Crítica cine

Esperada reunión que los elementos mermaron

Actuación de Jesús Méndez, en la Magdalena.

Actuación de Jesús Méndez, en la Magdalena. / juan ayala

Importante encuentro flamenco el pasado viernes en el foro del antiguo templo de la Magdalena, con el jerezano Jesús Méndez, escoltado precisamente por los mismos a los que ya tuvimos la ocasión de atender en la Gala de Navidad de la Cátedra de la Universidad de Córdoba (UCO) de hace tres años. Acto organizado por la Asociación de Artistas Flamencos de Córdoba con este cantaor de rompe y rasga de la cantera gaditana, que siempre sabe a poco por su sabor y gusto, y desde luego por recordar, de alguna manera, que pertenece a una legendaria saga donde brilló con luz propia la añorada Paquera.

Pero, lástima, porque la gélida noche del exterior se coló dentro y afectó no solo al aforo sino que también mermó la transmisión, el pellizco, de los protagonistas. Un sabroso repertorio que en su poderosa voz, conocimientos de los cantes de su tierra y en otra sede, pudo ser más brillantes. No obstante, gustoso en zambra caracolera con un pianista que fue la racial introducción. Continuando después por romeras y alegrías, sentimental malagueña doble del Mellizo, tientos-tangos jondos y con el soniquete de procedencia, bulerías por soleá de su paisano Frijones, tanda de fandangos del Gloria, Peluso y Almendro, finalizando con vibrantes bulerías que acompañó dándose su pataíta. Todos ellos recreados con su ya personal e inteligente sello y el de su Jerez de la Frontera natal.

Un recital que el público acogió -a pesar de las vicisitudes, como el frío, y de algunos que pretendieron oír a Francisca Méndez Garrido- muy elegante, como lo estuvo el flamenco Jesús Méndez dadas todas las circunstancias.

Sus acompañantes en la palestra, que pusieron el adecuado contrapunto para alcanzar el deseado clímax que en toda actuación es el pertinente marchamo que logra que un acontecimiento no se olvide.

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