Eduardo Mármol. Comisario

"Emilio Serrano transmite en sus obras y con su perfeccionismo la esencia de lo que desea"

  • El técnico de Cultura de la Diputación ha organizado, junto a amigos y la viuda del artista cordobés, una retrospectiva que abarca desde sus primeras obras en papel hasta su último lienzo, que está inacabado.

Eduardo Mármol es técnico de Cultura de la Diputación y comisario de la exposición Emilio Serrano: su fulgor, que recorre a través de 75 obras las diferentes etapas en la obra del artista cordobés, fallecido el pasado mes de enero. La muestra, que concentra las tres técnicas que mejor desarrolló -óleo, grabado y grafito sobre tabla-, se podrá ver hasta el 30 de noviembre en el Palacio de la Merced.

-¿Cómo surge la idea de hacer esta retrospectiva de Emilio Serrano?

-Del mismo pintor, que desde el año 1992 no había expuesto en Córdoba. En 2009 hizo una retrospectiva en Lucena. El diputado de Gobierno Interior, Manuel Gutiérrez, le ofreció luego este espacio expositivo. Emilio Serrano vino a verlo, le agradó y empezamos a trabajar sobre ello. Incluso él eligió los cuadros que han dado lugar a esta magnífica exposición. Luego hemos ido recopilándolos con la inestimable ayuda de su viuda Estrella y los hemos traído aquí como un homenaje a la figura de este gran pintor y grabador y lo que supone para Córdoba. Muchas de estas obras están repartidas por toda la geografía española.

-¿Qué recorrido se puede hacer por esta exposición?

-Está basado en cuatro fases de lo que ha sido su evolución. En una primera se muestra cuando él, con muy temprana edad, empieza a pintar. A los once años su madre lo involucra en la Escuela de Artes y Oficios y se inicia en el dibujo. Luego pasa a la Escuela de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, y también hay trabajos de esa época. Hemos hecho un recorrido por su transformación en la pintura. En una segunda fase se aprecian las obras contextualizadas en el hiperrealismo y nuevo realismo, en las que es importante la figura de la infancia y de la vejez. Entra a posteriori en otra etapa, la tercera, y desarrolla un sistema hiperrealista en el que muestra su preocupación por la sociedad y de nuevo la juventud y la vejez. Aquí desarrolla una especie de transformaciones en las que se configura la imagen de una persona a dos niveles diferentes. Por una parte conjuga la imagen perfecta de un niño en un contexto de pobreza y lo traslada a la riqueza, con unas vestimentas y en un espacio completamente diferente. Lo mismo hace con personas jóvenes y su transformación hacia la vejez. Hay un autorretrato con su madre en el que se aprecia esto. La cuarta fase entra de lleno en su apogeo y en ella se puede ver el desarrollo de su obra en grafito sobre tabla, una técnica que domina a la perfección. En estos trabajos por ejemplo traslada una modelo al lujo y la envuelve con poesía desde la pintura, como hace en Homenaje a las Bellas Artes y Homenaje a la música. Además, él es uno de los máximos retratistas de Córdoba, ya que en muchos de sus cuadros refleja, al igual que hace Romero de Torres, esa vista desde el Campo de la Verdad. Él decía que junto a Jerusalén, Córdoba era el foco de las tres culturas, y así lo representa en El valle de Josafat. A la exposición hemos querido trasladar su estudio de pintura, su caballete y su sillón, que aparecen al final junto a una gran obra, el Homenaje a Córdoba, que ha quedado inconclusa puesto que era tan sumamente exquisito que no le gustaba una parte de un naranjo y lo borró pero no pudo acabarlo.

-¿Qué influencias ha tenido Emilio Serrano?

-Él tuvo una vida muy intensa en su época de estudiante; viajó por toda Europa, conoció a los impresionistas y fue a exposiciones de grabadores, como una que hubo en París de Picasso. Luego estuvo influenciado por el Equipo 57. Más tarde hizo un viaje a Italia en el que de alguna manera se vio involucrado en ese arte clásico, en el Renacimiento. Eso se percibe en sus obras, en las que cuida todos los detalles, y en el trabajo de la figura humana en el lápiz. Hasta que no tiene la perfección no ve acabado el cuadro. Tuvo una fase muy importante como grabador pero lo tuvo que dejar porque los ácidos que requiere esta técnica perjudicaban su salud. Es un gran grabador, está dentro de los 12 mejores de España del siglo XX y aquí tenemos algunas muestras.

-¿Tiene alguna influencia de Romero de Torres en aspectos como el simbolismo que utiliza o su amor por Córdoba?

-No es una particularidad suya. Los pintores de Córdoba tienen ese amor por Córdoba, esa traslación que hace que su pintura sea poesía. La belleza de la mujer, la belleza de los espacios, inclusive el olor a azahar, se transmite en sus obras.

-¿Cuáles son las principales características de su obra?

-Principalmente el perfeccionismo, algo que se aprecia en todo detalle. Emilio era muy inconformista a la hora de plasmar en su lienzo o tabla cualquier imagen. Era sumamente perfeccionista y bocetaba antes todos sus trabajos. Hay un boceto que rajó porque no estaba satisfecho y que se ha recuperado y se ha expuesto como una muestra más de la exigencia y del buen artista que era. Él no daba nunca por terminado un cuadro hasta que no estaba conforme con el conjunto en sí. Su dibujo es sutil, bien hecho y con multitud de detalles porque transmite en sus obras y con su perfeccionismo la esencia de lo que él desea. Por ejemplo en su homenaje a la ofrenda de San Rafael transmite la religiosidad a través de la imagen. Además usa mucho útiles como símbolos.

-¿Qué relevancia tiene Emilio Serrano para la pintura tanto andaluza como española?

-Indiscutiblemente tiene diferentes facetas entre las que destaca por su importancia la de grabador. Por otra parte resalta dentro del realismo, siendo un exponente como Antonio López o Eduardo Naranjo, y además tenía buena sincronización con ellos.

-¿Cómo se puede reivindicar la figura de Emilio Serrano?

-Es muy importante que los medios de comunicación lo den a conocer y obviamente a través de exposiciones. No queremos que esto se quede aquí sino que la obra pueda llegar a diferentes municipios y si puede salir fuera de nuestras fronteras mucho mejor. Él era una persona quizás más conocida fuera que dentro, ya que tenía sus marchantes y vendía obras en muchos países, como Japón o EEUU. El interés de la Diputación ha sido organizar esta muestra para los cordobeses y para los que nos la demanden.

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