Cultura

Cuaderno de canciones rusasUn letón entre nosotrosVenezuela es una fiesta... sinfónicaEpigonales coros suizos

A menudo se considera sólo su figura de gran virtuoso del piano (como compositor e intérprete), pero Rachmaninov fue también un magnífico autor de canciones, lo que se demuestra en este disco que la mezzo estonia Iris Oja dedica a 14 piezas vocales del ruso, en un trabajo que se completa con las Canciones españolas Op.100 (sobre melodías populares) y los Cinco romances sobre poemas de Dolmatovsky Op.98 de su compatriota Shostakovich. Repertorio poco difundido, que llega en una voz cálida, muy típica de los países eslavos, y un sólido pianista.

El compositor letón Peteris Vasks (Aizpute, 1946) empezó a ser conocido en Occidente en los años 90 gracias a que intérpretes como Gidon Kremer o el Cuarteto Kronos programaron algunas de sus obras por todo el mundo. Para entonces, Vasks había escrito ya su Partita para violonchelo y piano (1974, aunque revisada en 2001), Gramata cellam, para violonchelo solo (1978) y el trío Episodi e canto perpetuo (1985), obras que desvelan una música en la que se combinan pasajes enérgicos y disonancias de fuerte contenido expresivo con un apasionado lirismo de indudable raíz neorromántica.

El recentísimo premio Príncipe de Asturias de las Artes concedido a las Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela ha terminado por dar nuevo espaldarazo a su producto internacionalmente más visible, la formidable Orquesta de Jóvenes Simón Bolívar, que, comandada por el sorprendente director de 27 años Gustavo Dudamel, ofrece aquí un programa de música latinoamericana en la que conviven maestros tan reconocidos como Ginastera o Revueltas con otros tan poco divulgados como Inocente Carreño, Antonio Estévez o Evencio Castellanos.

El compositor suizo Othmar Schoeck (1886-1957) fue un epígono del Romanticismo alemán, que en sus inicios se sintió apegado a figuras como las de Wolf o Reger y en obras tardías administró la herencia de Stravinski o Berg. Este disco recoge catorce obras corales, con y sin solistas, acompañadas por orquesta, por piano, por conjuntos instrumentales o sin acompañamiento. Con la batuta de Mario Venzago y Howard Arman (obras a capella o con piano), los conjuntos de la MDR (radio de Leipzig) las graban por primera vez con desbordante entusiasmo.

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