La Noche Blanca del Flamenco

Cien mil personas dieron vida a una noche marcada por el civismo

  • El Ayuntamiento destaca la respuesta de la ciudadanía en uno de los acontecimientos culturales más multitudinarios que ha conocido Córdoba · El espectáculo más concurrido fue el concierto de Chambao

Alrededor de 100.00 personas asistieron a los más de 50 espectáculos y actividades que integraron la programación de La Noche Blanca del Flamenco, una fiesta de la convivencia en torno a la cultura que contó con la participación de más de 500 artistas. El Ayuntamiento califica de "éxito" una experiencia a la que pretende dar continuidad y destaca el "comportamiento cívico" de los ciudadanos y el "nivel de entrega" que mostraron los artistas.

El delegado de Presidencia del Ayuntamiento, José Antonio Cabanillas, fue el encargado de hacer balance ayer de la primera edición de un acontecimiento que ha tenido un presupuesto de 500.000 euros. "Era una apuesta muy atrevida y arriesgada porque en Córdoba nunca se había hecho nada parecido -señaló Cabanillas, que compareció junto al coordinador general de la Noche, Joaquín Zurita-. No es comparable a ningún acontecimiento cultural anterior. Los ciudadanos tomaron la calle con un hilo conductor temático. La cultura se mostró como un elemento catalizador capaz de movilizar a los ciudadanos, y esto supone un avance en las opciones de Córdoba de conseguir la Capitalidad Cultural de Europa".

La ausencia de incidentes ("no llegaron ni a la media de un fin de semana normal"), la respuesta de la ciudadanía, el comportamiento de los artistas y el buen funcionamiento de todos los agentes y servicios implicados en el acontecimiento (con especial mención para la Policía Local y la Nacional) fueron los rasgos invocados por Cabanillas para justificar un sentimiento de satisfacción que también manifiestan los coordinadores de cada apartado del programa. "Fue una noche mágica", proclamó Cabanillas, que reconoció que resulta "imposible" hacer un cálculo preciso global de los asistentes a esta magna fiesta flamenca. En términos de aproximación, Cabanillas arrojó la cifra de 100.00 personas. El espectáculo más concurrido fue el concierto de Chambao en la avenida de República Argentina, con 35.000. Le siguió el homenaje a Camarón de la plaza de la Corredera (en el que participaron Diego El Cigala, José El Francés, La Tana y Montse Cortés) con 22.000 (el acceso a la plaza fue cortado alrededor de la 01:15 por motivos de seguridad). Doce mil personas se congregaron en el Puente Romano para contemplar el desfile de modelos de Juana Martín y 6.000 asistieron al espectáculo La palabra de Dios a un gitano en el Patio de los Naranjos. El Teatro de la Axerquía, que acogió un homenaje al Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba en el que participó Fosforito, recibió a 3.500 personas, y la plaza de las Tendillas (donde Manolo Sanlúcar, Miguel Poveda e Israel Galván protagonizaron el espectáculo inaugural de la Noche, Omeya), a 12.000. Dos mil personas se desplazaron hasta la explanada del Alcázar de los Reyes Cristianos, escenario de la Parada rociera, y unas 10.000 se congregaron en los barrios y las plazas donde fueron programadas actividades. Otros escenarios concurridos fueron el Museo Julio Romero de Torres, el Compás de San Francisco, la Puerta del Puente, la Cuesta del Bailío y el Jardín Botánico.

La conclusión de organizadores, patrocinadores y coordinadores es unánime: la experiencia ha sido un éxito y hay que repetirla. Cualquier sondeo que se haga entre los ciudadanos arroja también un resultado positivo, si bien no faltan pegas. El sonido en algunos espacios no fue bueno, hubo espectáculos que sufrieron un considerable retraso y resultó triste para muchos aficionados tener que elegir entre la cita con El Cigala y El Francés y el recital de Fosforito y Luis de Córdoba.

Uno de los sectores que más entusiasmo han mostrado con la iniciativa es el de los hosteleros. Junto a las cinco tabernas de guardia (estuvieron abiertas hasta las 07:00) y los restaurantes que ya habían anunciado una ampliación de sus horarios habituales, hubo varios establecimientos que en el transcurso de la noche, en vistas de que la afluencia de público no decaía, decidieron mantener sus puertas abiertas más tiempo del previsto.

También los artistas locales han salido reforzados. Para muchos cordobeses que no frecuentan los ambientes flamencos supuso una revelación el encuentro con cantaores, guitarristas y bailaoras de gran calidad pero poco conocidos en su ciudad.

La Noche Blanca ha sido uno de esos acontecimientos que dejan huella y que generan una cierta literatura posterior entre los ciudadanos sustentada en el intercambio de anécdotas y experiencias. También fue destacable la presencia de aficionados procedentes de la provincia y de otras ciudades. El coordinador del programa de los barrios y las peñas, José Arrebola, relató ayer a este periódico el caso de una pareja madrileña que no encontró hotel y permaneció toda la noche entre recital y recital, "hasta que a primera hora de la mañana se tomaron el chocolate con churros y cogieron el AVE de vuelta".

La continuidad de La Noche Blanca del Flamenco permitiría, junto a iniciativas que han surgido en los últimos años como los festivales Cosmopoética y Eutopía y el establecimiento de una programación para el mes de agosto en el Teatro de la Axerquía, la consolidación de un eje cultural abril-septiembre que supone un considerable avance en materia de programación cultural respecto a la oferta que Córdoba presentaba hace pocos años. Resultan necesarios ciertos ajustes, pero el panorama es, indudablemente, más atractivo y variado.

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