La meteoróloga y portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y coordinadora de la Información Meteorológica y Climatológica, Ana Casals, destacó ayer en la segunda sesión de las Jornadas de Otoño de la Fundación Delgado Vizcaíno que el cambio climático es un problema urgente y global que nos afecta a todos y que se aprecia especialmente en el sur de España, la zona más "vulnerable" de toda Europa.

La experta señaló que los agricultores y ganaderos son los que mejor se adaptan a este tipo de alteraciones porque sufren esta evolución y explicó que, aunque son los gobiernos los que tienen que tomar medidas para frenar las emisiones de dióxido de carbono (CO2), es la sociedad la que debe tomar conciencia ahorrando energía y apostando por prácticas como el reciclaje.

Ana Casals indicó que la sequía actual no se puede achacar al cambio climático y avanzó que lo que sí se prevé es que suban las temperaturas en los inviernos. De hecho, aseguró que diciembre y enero serán más calurosos de lo habitual. Con respecto a Córdoba, se nota una tendencia al aumento de las temperaturas en verano, una creciente incidencia de las denominadas noches tropicales y un descenso de precipitaciones, aunque "cuando llueva será de forma más intensa". Casals expresó que 2017 ha sido un año de récords en este sentido porque ha habido más noches calurosas que nunca y "hemos soportado cinco olas de calor".

Debido a las emisiones de CO2 se produce el denominado efecto invernadero y ello supone importantes alteraciones en el nivel del mar, que ha subido 0,19 metros en el último siglo; cambios en las corrientes marinas, inundaciones, bajada del nivel de los glaciares, sequías, pérdida de biodiversidad y transmisión de enfermedades por insectos, entre otras consecuencias, según la meteoróloga. "Habrá zonas del mundo donde no se podrá vivir y ello conllevará importantes desplazamientos de población", manifestó.