Las Vísperas Sicilianas de Verdi que el genial Erich Kleiber dirigió en el Maggio Musicale Fiorentino de 1951 habían sido ya publicadas por diversos sellos piratas, aunque este registro de Testament se ofrece como extraído de una cinta que perteneció a la colección personal del Duque de Harewood, al parecer un gran amante de la ópera. El sonido es algo mejor que en las publicaciones precedentes, aunque tampoco una maravilla.

El comprador de este producto ya sabe, en cualquier caso, a lo que va, que no es otra cosa que a oír a una Maria Callas en plenitud, antes de su cura de adelgazamiento y de su progresiva búsqueda de papeles belcantistas que rescatar del olvido. Callas ejerce aquí como la spinto que requiere el papel de Elena, dejando momentos auténticamente memorables. El Arrigo no es gran cosa (Giorgio Kokolios-Bardi, al parecer un amigo griego de la diva), pero Mascherini hace un espléndido Monforte y Boris Christoff un Procida absolutamente monumental. La batuta de Kleiber es, en lo que puede oírse, de incisiva claridad. La ópera se ofrece sin la Sinfonía de apertura, lo que permite su cabida en dos cedés.

Además de sucontribución al cine, Nino Rota (1911-1979) escribió una música de concierto inmaculadamente tonal. Quizá sea el Concerto-Soirée para piano la obra más conocida de este sector de su producción. Aquí lo toca Benedetto Lupo acompañado por una lustrosa Sinfónica Siciliana que de la mano de Massimo De Bernart ofrece también la Sinfonia sopra una Canzone d'Amore.

Mauricio Kagel acababa de terminar el primer movimiento de su segundo Trío con piano justo cuando las televisiones de todo el mundo difundían las imágenes de los atentados del 11-S. Decidió dejar la obra como estaba. Así la interpreta el Trío Liszt de Weimar junto al primer Trío del compositor argentino y al Trío de Alfred Schnittke, una versión realizada en 1992 de su Trío de cuerdas de 1985.