Música clásica

Atravesar Terezin

La historia se ha contado ya muchas veces, pero no importa volver a hacerlo. Dentro de los delirantes y criminales planes de exterminio diseñados y ejecutados por el gobierno nacionalsocialista alemán, al campo de concentración de Terezin (o Theresienstadt, según se prefiera el topónimo original checo o el que le dieron los germanos) tocó jugar un abominable papel propagandístico. Allí fueron confinados escritores, pintores, dramaturgos, músicos y otros artistas e intelectuales enemigos del régimen a los que primero se negó por completo y luego se permitió una reducida producción artística, sujeta siempre al albur de la más brutal arbitrariedad. Desde principios de 1944, cuando el rumor de la existencia de los campos de exterminio se extendía por todo el mundo, el régimen entendió las ventajas que tenía presentar Terezin como modelo del exquisito trato que el Reich dispensaba a sus prisioneros, y se impulsó un plan de actividades culturales que poder mostrar al exterior, en especial, a los enviados de la Cruz Roja, que visitaron las instalaciones en julio. Después, se rodó en el campo un documental propagandístico, terminado el cual todos sus participantes, incluido el director Kurt Gerron (que en 1930 había participado como actor en El ángel azul de Josef von Sternberg), fueron deportados a Auschwitz.

Y es que en realidad Terezin era tan ominoso, despiadado y siniestro como el resto de campos nazis de trabajo, y aun puede interpretarse la evasión artística que se permitía a los detenidos como un morboso refinamiento en la tortura psíquica que se les infligía, pues el fin de todos ellos no era otro que su asesinato en masa, y de hecho las deportaciones a los campos de exterminio fueron constantes desde la constitución del ghetto a finales de 1941.

Este nuevo disco que la mezzo sueca Anne Sofie von Otter dedica a las víctimas de Terezin se escucha con el corazón encogido desde su mismo comienzo, con una estremecedora canción de Ilse Weber ("Atravieso Theresienstadt,/ el corazón pesado como el plomo"), quien trabajó como enfermera pediátrica en el campo y fue asesinada junto a su hijo pequeño en Auschwitz el 6 de octubre de 1944. El CD, en el que participa también el magnífico barítono Christian Gerhaher además de acompañantes diversos, ofrece tres canciones más de Weber y piezas diversas de los más célebres músicos confinados en el campo, Hans Krasa (1899-1944), Viktor Ullmann (1898-1944) y Pavel Haas (1899-1944), gaseados en Auschwitz. Junto a ellos, desfilan personalidades menos notables, como las de Karel Svenk (1917-1945), que era famoso por su música de cabaret (en el campo lo llamaban Chaplin), Carlo Sigmund Taube (1897-1944) y Adolf Strauss (1902-1944).

El disco se completa con el nombre de dos músicos que no estuvieron en Terezin. Martin Roman (1910-1996) puso música a una especie de opereta de cabaret con el título de Karussell, del que el propio Kurt Gerron haría una representación en el campo. Erwin Schulhoff (1894-1942) sí fue otra víctima ilustre del régimen nazi, pero no pasó por Terezin. A la vez comunista y judío, Schulhoff sería detenido cuando trataba de huir a la URSS en 1941. Fue enviado al campo de Wülzbourg, en Baviera, donde murió tuberculoso. Su Sonata para violín solo de 1927 cierra el disco en una subyugante interpretación de Daniel Hope. Nunca olvidaremos.

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