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La toma de posesión de Odinga cierra la crisis keniana

  • Odinga, jefe de filas del Movimiento Democrático Naranja, jura su cargo en el palacio presidencial de Nairobi, en una ceremonia encabezada por el presidente Mwai Kibaki, su rival político en los últimos comicios

El dirigente de la oposición de Kenia, Raila Odinga, ha tomado posesión del cargo de primer ministro al frente de un gobierno de coalición, en un acto histórico que cierra definitivamente la crisis que estalló en el país hace cuatro meses a raíz de las últimas elecciones.

Odinga, jefe de filas del Movimiento Democrático Naranja (ODM), juró su cargo en el palacio presidencial de Nairobi, hacia la 11.00 hora local (09.00 GMT), en una ceremonia encabezada por el presidente Mwai Kibaki, su rival político en los últimos comicios.

Fueron testigos de honor representantes de los países vecinos del este de África y el ex secretario general de la ONU y mediador en el conflicto Kofi Annan, que llegó el miércoles a Nairobi exclusivamente para esta ceremonia.

"La formación del Gobierno de coalición servirá para cerrar la brecha política y étnica abierta por las últimas elecciones", afirmó Kibaki en un discurso que pronunció tras el juramento Odinga y de los nuevos ministros del gabinete.

Los invitados de lujo fueron el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, que acudió al palacio con retraso, y el primer ministro de Ruanda, Bernard Makuza. También asistió a la toma de posesión el predecesor de Kibaki durante más de dos décadas, Daniel Arap Moi.

Uno a uno, los 40 ministros juraron sus cargos sobre la Biblia en inglés y suajili, las dos lenguas oficiales del país.

Después de Odinga le tocó el turno a Uhuru Kenyatta, viceprimer ministro, ministro de Comercio e hijo de Jomo Kenyatta, padre de la independencia de Kenia, en 1963.

Precisamente Jomo Kenyatta, antes de convertirse en presidente, fue el primer jefe de Gobierno de la historia de Kenia, entre 1963 y 1964. Odinga se convirtió este jueves en el segundo, ya que el cargo no existía en el período intermedio.

Odinga prometió "trabajar para el pueblo, resolver el problema de los desplazados", y agradeció "la confianza y responsabilidad depositada por los kenianos".

El primer gobierno de coalición de Kenia es el más numeroso de la historia del país. Además de los 40 miembros del gabinete, contará con 52 adjuntos directos.

El ambiente fue de cordialidad y buen humor. Tanto los ministros como el presidente y el vicepresidente, Musyoka Kalonzo, intercambiaron bromas.

Odinga protagonizó la anécdota del día al confundir al presidente de Uganda con su homólogo tanzano, Jalaya Kikwete. El más serio, pese a haber declarado su satisfacción el día anterior, fue Kofi Annan.

El mediador y antiguo mandatario de Naciones Unidas afirmó, como ya hiciera la víspera a su llegada a Nairobi, que queda mucho trabajo por delante.

Annan reiteró la importancia de la cooperación entre ambas corrientes políticas y pidió ayuda para Kibaki y Odinga, "dispuestos a trabajar juntos pero necesitados del apoyo de todos".

El gobierno está compuesto por 20 miembros afines al Partido de Unidad Nacional (PNU) de Kibaki, a sus aliados del Movimiento Democrático Naranja de Kenia (ODM-K) de Kalonzo y la Coalición Nacional del Arco Iris (NARC) de Uhuru Kenyatta.

Los otros 20 ministros proceden de las filas del ODM, designados por Odinga.

El gobierno afronta una nueva era posterior a la peor crisis de la historia del país, desatada a raíz de las elecciones generales del pasado 27 de diciembre.

La Comisión Electoral de Kenia otorgó la victoria a Kibaki pese a las denuncias de fraude de la oposición. Incluso la comunidad internacional puso en tela de juicio la transparencia de los comicios.

El 30 de diciembre se produjeron los primeros incidentes violentos entre partidarios del PNU y del ODM en la capital. Los enfrentamientos degeneraron, también como consecuencia de las intervenciones policiales.

En los siguientes dos meses más de 1.500 personas perdieron la vida en lo que se convirtió en un conflicto étnico con más de 400.000 desplazados.

El acto de hoy fue fruto de la mediación que hizo Annan en Kenia desde el 22 de enero y que terminó con un pacto político sin precedentes firmado por Kibaki y Odinga el 28 de febrero.

El nuevo Gobierno, cuya formación tardó varias semanas por desencuentros entre los dos líderes políticos, ha sido recibido con ciertas críticas de la sociedad keniana por su excesivo tamaño.

"Una vez más la clase política no ha escuchado a los kenianos", dijo a Efe el director de la Asociación de Derechos Humanos de Kenia, Maina Kiai.

Según Kiai, el gabinete, que requerirá un gasto anual de unos 100 millones de dólares, "vaciará las arcas del Estado y ahogará a la clase baja", a la que pertenecen más del 70 por ciento de los más de 36 millones de kenianos.

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