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Una multitud pide en Sidi Ifni libertad para los detenidos del 'sábado negro'

  • La ciudad marroquí se ha convertido en un polvorín social desde que el pasado 7 de junio la Policía reprimiese con violencia una manifestación · Hoy, 20 de julio, está llamada a echarse a la calle

Un polvorín social. Eso es hoy Sidi Ifni. La ciudad sureña marroquí (25.000 habitantes, colonia española hasta 1969), sobrevive al filo del Atlántico y de la miseria, en medio del desierto y de un paro abrumador, viendo pasar camiones cargados de toneladas de sardinas que no dejan ni un dirham en esa tierra. Hoy domingo 20 de julio, Sidi Ifni está llamada a echarse a la calle, otra vez, en demanda de libertad para los detenidos el pasado 7 de junio. Y para volver a pedir empleo para los más jóvenes (el 70% está en paro), médicos y hospitales (sólo hay un cirujano para los 60.000 habitantes de la región) e infraestructuras básicas, como una carretera costera hasta Tan-Tan, en el sur, que le permitan salir del agujero negro en el que se sienten sumidos. El plantel de reivindicaciones populares lo completan las peticiones más polémicas: el deseo de constituirse en provincia autónoma de Tiznit, a 75 kilómetros de distancia, y la vuelta a la demarcación administrativa de la Región del Sur. Reclaman todo esto como revulsivo al "abandono y la marginación" que sus pobladores dicen estar sufriendo desde que se fueron los españoles, un gentilicio que, junto a "polisario", en boca de algunos funcionarios, tiene allí connotaciones negativas, sobre todo si va acompañado del adjetivo "separatista".

Pero Sidi Ifni era ya un polvorín social tres años antes de los disturbios y la carga policial de cientos, miles de agentes, del pasado 7 de junio. Aquel sábado negro se saldó con decenas de manifestantes heridos, según organizaciones no gubernamentales independientes citadas por el periódico El País y corroboradas a este medio por portavoces de la organización convocante de la protesta. Sin embargo, el Gobierno marroquí elude hablar de heridos entre los 182 manifestantes detenidos, pero sí se refiere a "una gran cantidad" de agentes agredidos. Y niega que se produjera durante los sucesos ninguna de las "seis a diez muertes" ni ningún "abuso, violación o humillación" de los que informó la cadena de televisión Al Jazeera. Haberlo denunciado públicamente le está costando seis meses de cárcel a Brahim Sballil, responsable del Centro Marroquí de Derechos Humanos (CMDH), acusado de hacer "falsas declaraciones" sobre los sucesos. Y a Hasán Rachidi, director de la cadena de televisión catarí en Rabat, la retirada de la acreditación y una multa de 50.000 dirhams (unos 4.369 euros) por "difusión de falsas informaciones" y "complicidad" con los "incidentes". La versión oficial es que "hubo un intento de restaurar la normalidad en el puerto, bloqueado durante una semana por los manifestantes". Las otras relatan que fue la desesperación lo que llevó a un grupo de jóvenes a impedir, a partir del 30 de mayo, la salida de 89 camiones con 800 toneladas del puerto de Sidi Ifni. Una fábrica de sardinas en la ciudad era lo que pedían.

Unas 4.000 personas volvieron a manifestarse el pasado jueves 10 de julio para reclamar la excarcelación de más de una decena de detenidos, "siete en Agadir, cuatro en Tiznit y otro en Rabat", según aseguró a este periódico Mohamed Salem Ettalibi, portavoz del Secretariado Local de Sidi Ifni, colectivo convocante de las protestas y aglutinador de asociaciones culturales y vecinales y sindicatos. "Fue todo un éxito", añadió orgulloso a la vez que preocupado por el estado de los detenidos.

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