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Los manifestantes se retiran del Parlamento de Tailandia para volver en año nuevo

  • Los activistas ponen fin a los tres días de cerco que obligó al primer ministro, Abhisit Vejjajiva, a aplazar la presentación de su programa político.

Los manifestantes contrarios al nuevo Gobierno de Tailandia cesaron este miércoles sus protestas con motivo de las celebraciones de la Nochevieja, pero amenazaron con continuar con las movilizaciones el año próximo para forzar la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas.

Con su retirada, los activistas pusieron fin a tres días de cerco a la sede del Parlamento, una acción que obligó el martes al primer ministro, Abhisit Vejjajiva, a exponer su programa político en el Ministerio de Exteriores, con un día de retraso sobre lo programado.

"Celebraremos una pequeña fiesta y después nos dispersaremos para que cada uno tenga tiempo para celebrar la llegada del año nuevo a su manera", explicó anoche uno de los cabecillas de las movilizaciones, Veera Musigapong.

Musigapong también aseguró que sus correligionarios, vestidos con camisetas rojas y agrupados bajo el nombre de Alianza Democrática contra la Dictadura, regresarán en 2009 para protestar contra el Ejecutivo, "al que acusan de haber llegado al poder mediante un golpe de Estado encubierto" para expulsar a los seguidores de Shinawatra.

Los manifestantes consideran que el actual Gobierno carece de legitimidad por haber sido nombrado tras la inhabilitación del anterior primer ministro y cuñado de Shinawatra, Somchai Wongsawat, que sí era de su agrado.

Entre otras acciones, los partidarios del ex primer ministro Shinawatra barajan organizar una movilización masiva en febrero próximo, lo que daría al traste con las esperanzas del Gobierno de acabar con la crisis política que vive Tailandia a raíz de la profunda división política.

La llegada de Vejjajiva al poder mantiene abierta la brecha entre partidarios y opositores de Shinawatra, depuesto por un golpe de Estado militar en 2006 y prófugo de la justicia tailandesa por abuso de poder.

La anterior oleada de protestas, protagonizada por los contrincantes de los actuales manifestantes, paralizó la acción de gobierno durante meses y desembocó en el bloqueo de los dos principales aeropuertos de la capital durante más de una semana, en noviembre pasado, ocasionando pérdidas millonarias al país.

Con la elección de Vejjajiva, el tercer primer ministro tailandés en menos de cuatro meses, los manifestantes del otro bando pusieron fin a las protestas iniciadas en mayo pasado.

Precisamente, Vejjajiva se comprometió en su discurso de ayer, ante los diputados congregados en el Ministerio de Exteriores, a trabajar para conseguir la unidad y la reconciliación.

"Estos conflictos debilitan al país, especialmente en un momento en el que la economía mundial se enfrenta a la peor coyuntura del siglo", explicó el jefe de Gobierno.

El descenso de las exportaciones, la caída del turismo debido al cierre de los dos aeropuertos capitalinos en noviembre pasado, la debilidad de los precios de las materias primas y el retraso de las inversiones son los principales retos a los que se enfrenta la economía tailandesa en 2009, añadió el primer ministro.

Vejjajiva hizo hincapié en la necesidad de superar la fractura social para poder enfrentarse a los problemas económicos y facilitar la puesta en marcha del plan gubernamental de invertir 8.600 millones de dólares en medidas de estímulo para la economía.

Pero aunque el influyente ex primer ministro Prem Tinsulanonda, primer consejero del Rey Bhumibol Adulyadej, se apresuró en cantar las bondades del nuevo jefe del Ejecutivo pocos días después de su nombramiento, nada hace pensar que la llegada al poder de este político demócrata de 44 años, educado en Reino Unido, haya puesto punto final a la crisis.

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