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En estado crítico el congresista republicano herido en un tiroteo en EEUU

  • El agresor, un hombre que sentía apatía por Trump, ha muerto tras el incidente. Hay otros cuatro heridos.

Los servicios de Emergencia atienden a uno de los heridos.

Los servicios de Emergencia atienden a uno de los heridos. / EFE

Un hombre que sentía antipatía contra el presidente de EEUU, Donald Trump, la emprendió a tiros en un entrenamiento de béisbol al que asistían una veintena de legisladores republicanos, uno de cuyos líderes está en estado crítico, mientras que otras 4 personas también resultaron heridas.

A las 07:00 hora local, James Hodgkinson, de 66 años y natural del estado de Illinois, realizó varios disparos contra congresistas, familiares y asesores que preparaban un partido de béisbol benéfico contra los demócratas, una de las pocas muestras de unidad bipartidista en Washington.

El presidente Trump compareció para aclarar que el autor de los disparos había muerto en un hospital de Washington por las heridas que le causaron los policías que intentaron reducirle. Trump también abandonó el lenguaje de enfrentamiento político que le caracteriza para pedir unidad tras el suceso.

"Podemos tener nuestras diferencias, pero en tiempos como estos nos viene bien recordar que todos los que sirven en nuestro Capitolio están ahí porque aman su país. Somos más fuertes cuando estamos unidos y cuando trabajamos por el bien común", dijo Trump.

El congresista Steve Scalise El congresista Steve Scalise

El congresista Steve Scalise / EFE

El congresista Steve Scalise, representante por Luisiana y el tercer republicano de mayor rango en la Cámara de Representantes de EEUU, recibió un disparo en la cadera y se encuentra en situación "crítica", informó el hospital Washington MedStar, donde fue sometido a una operación de urgencia.

Matt Mika, ex asesor parlamentario y miembro de un grupo de cabildeo ante el Congreso, también fue alcanzado por los disparos y se encuentra en estado "crítico". El tercer herido identificado es Zachary Barth, asesor de la oficina del congresista de Texas Roger Williams, quien anunció en su cuenta de Facebook que había sido herido y se encontraba en el hospital fuera de peligro.

Los otros dos heridos son miembros de la policía del Capitolio que estaban desplegados en el complejo deportivo de este tranquilo vecindario a las orillas del río Potomac para proteger a Scalise, miembro de la cúpula de liderazgo republicano en el Congreso, y fueron los primeros en responder.

Scalise tiene asignada seguridad permanente, al contrario que los otros congresistas presentes en el entrenamiento, algo que, según los testigos, evitó que el suceso se convirtiera en una masacre.

Ryan Walsh, un joven de 19 años que estaba en el complejo deportivo en el momento del ataque, explicó que se vieron atrapados por el fuego cruzado. Walsh, que se refugió en un edificio del complejo deportivo y fue interrogado por la policía, vio cómo los disparos rompieron ventanas e impactaron en el inmueble donde están las duchas y la piscina.

Según declaró el congresista republicano Jeff Duncan a la prensa en el Capitolio, él abandonó el entrenamiento antes del suceso y habló con el autor de los disparos, quien le pidió confirmación de que los que se encontraban en el entrenamiento eran republicanos.

Hodgkinson había mostrado en las redes sociales animadversión contra Trump y el Partido Republicano, al tiempo que había inundado con llamadas de queja el teléfono de su representante en el Congreso.

El senador Bernie Sanders, ex aspirante a la candidatura demócrata a la Presidencia por el ala más progresista del partido en 2016, confirmó en el Senado que "aparentemente" Hodgkinson fue voluntario de su campaña, algo por lo que se declaró "asqueado".

No obstante, Tim Slater, el agente del FBI encargado del caso, dijo en rueda de prensa que era "demasiado pronto" para asegurar que el atacante tenía como intención matar a miembros republicanos del Congreso, aunque todos los indicios apuntan a que detrás había una motivación política.

Esta es la primera vez, desde el tiroteo de 2011 que casi acaba con la vida de la congresista demócrata Gabby Giffords, que un miembro en activo del Congreso es tiroteado en Estados Unidos, que sigue manteniendo la legislación más permisiva en tenencia de armas de un país desarrollado.

El gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, se declaró confiado desde el lugar del suceso en que "ojalá esto sirva para que republicanos y demócratas acerquen posturas" y reabran el debate sobre el control de armas.

En entrevista con Efe, el congresista demócrata por Virginia Don Beyer afirmó que el suceso acercará más a un Congreso cada vez más dividido por líneas políticas.

"Todos representamos al pueblo estadounidense", dijo desde la zona del tiroteo.

En rueda de prensa, el congresista demócrata Mike Doyle y el republicano Joe Barton reflexionaron sobre la necesidad de calmar la división política que vive el país, y aseguraron que el partido benéfico no se suspenderá y se celebrará este jueves.

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