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El gobierno iraquí desbarata una trama para refundar el partido de Sadam en el Ministerio del Interior

  • Entre los 35 detenidos, varios de los cuales planeaban un golpe de Estado, se encuentran 4 generales del ejército.

Hasta 35 funcionarios estatales han sido detenidos en Iraq en los últimos tres días, acusadas de estar conspirando para refundar el Partido Baath, al que pertenecía Sadam Husein. Los detenidos pertenecen al Ministerio del Interior y al ejército, incluyendo cuatro generales, según informaron fuentes del Ministerio y de la oficina del Primer Ministro.

Otros miembros del Ministerio de Seguridad Nacional también confirmaron que algunos de los detenidos estaban comenzando a elaborar un plan para dar un golpe de Estado. Sin embargo, desde la oposición acusan de que las detenciones se deben a motivos políticos, a menos de un mes para que se produzcan las elecciones del 11 de enero, que serán decisivas.

La operación para detener a los conspiradores fue llevada a cabo por una fuerza de élite en la lucha contra el terrorismo, a cargo de la oficina del primer ministro, Nuri al Maliki, según informaciones exclusivas del New York Times recogidas por otr/press. Los detenidos, pertenecientes al Ministerio del Interior y al ejército, trabajaban en la sombra para restaurar el Partido Baath, que durante 35 años gobernó el país, y al que pertenecía el dictador Sadam Husein. Durante esa etapa, miles de personas fueron asesinadas o perseguidas, como el actual presidente Maliki, por lo que el partido fue prohibido tras la invasión estadounidense de 2003.

Varios de los detenidos estaban, además, afiliados al partido Al Awda, heredero del Baath, y que se traduce como 'El Retorno'. Sin embargo, aunque la gran mayoría de los miembros del partido Baath eran suníes, como el propio Sadam Husein, entre los detenidos en esta ocasión también se encuentran numerosos chiíes. Las detenciones reflejan también el nuevo conjuntos de desafíos políticos a los que se enfrenta el primer ministro, que aunque ha ganado popularidad, tiene pocos afiliados políticos fiables, por lo que ha tenido que protegerse a sí mismo, por la cercanía del abandono del país de su principal valedor, los Estados Unidos.

Por otro lado, fuentes del Ministerio del Interior señalaron que varios de los detenidos estarían planeando un golpe de Estado, uno de los rumores que asola constantemente Bagdad. Según dichas fuentes, los detenidos habrían pagado mucho dinero a otros políticos para ganar su favor.

Por su parte, los miembros de la oposición a Maliki creen que se tratan de detenciones políticas, para consolidar su poder de cara a las elecciones del 11 de enero, que serán decisivas en el devenir del país. Un oficial de la Policía, que dijo conocer a los arrestados pero que habló de forma anónima para evitar represalias, dijo que eran inocentes, con muchos años de servicio a sus espaldas, y con muy poco en común entre ellos como para conspirar así, insistiendo en que se trata de detenciones políticas.

Los opositores alegan que el ministro del Interior, Jawad al Kadem-Bolani, que no se encuentra imputado por estos hechos, tiene altas aspiraciones políticas, por lo que este movimiento podría tener como objetivo el debilitarle. Esto se podría sumar a otras detenciones de importantes opositores, como el clérigo chií Moktada Al Sadr y muchos de sus seguidores, acusados de terroristas.

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