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Un doctor iraquí declarado culpable de los atentados en Londres y Glasgow

  • Abdulla, de 29 años, fue considerado culpable de los delitos de conspiración para asesinar y conspiración para causar explosiones.

El doctor iraquí Bilal Abdulla fue declarado hoy culpable por un tribunal británico de los atentados con coche-bomba en Londres y Glasgow en junio del 2007, en los que murió su cómplice, Kafeel Ahmed.

Abdulla, de 29 años, fue considerado culpable de los delitos de conspiración para asesinar y conspiración para causar explosiones.

Otro acusado en relación al caso, el neurólogo jordano Mohammed Asha, de 28 años, fue absuelto de los mismos cargos.

Abdulla será sentenciado mañana, mientras que Asha será puesto en libertad hoy mismo y deportado a su país, según dispuso el juez.

Bilal Abdulla iba de pasajero junto con el ahora fallecido Kafeel Ahmed en el jeep incendiario que éste empotró contra una terminal del aeropuerto de Glasgow (Escocia) el 30 de junio del año pasado.

El día anterior, ambos habían colocado en pleno centro de Londres dos coches bomba cargados con bombonas de gas, gasolina y clavos que no llegaron a explotar porque fallaron los dispositivos de iniciación.

Durante el juicio, Abdulla, que trabajó en la seguridad social británica, admitió que, según la legislación de este país, era un terrorista.

Sin embargo, aseguró que no formaba parte de una conspiración para matar, sino que tanto él como Ahmed sólo querían llamar la atención sobre la situación en Irak y Afganistán.

El doctor insistió en que no habían planeado el atentado en Glasgow, sino que fue idea de Ahmed empotrarse en la terminal de repente y sin avisar cuando ambos habían emprendido la huida tras fallar los dos coches bomba en Londres.

Ahmed, de origen indio, murió el 2 de agosto en el hospital donde fue tratado por las quemaduras sufridas.

Abdulla fue detenido en el mismo aeropuerto, mientras que Asha fue arrestado el mismo día del ataque en la autopista M6, cerca de la población de Sandbach, en Cheshire.

Durante el juicio, la acusación arguyó que los acusados, que vinieron al Reino Unido para estudiar y trabajar en el Servicio Nacional de Salud (NHS), eran miembros de una célula terrorista islamista que quería restablecer el terror causado por los atentados del 7 de julio del 2005.

Pasaron varios meses comprando vehículos, alquilando propiedades y preparando bombas, explicó el fiscal, Jonathan Laidlaw, al jurado.

Laidlaw aseguró que los hombres, que se conocieron cuando estudiaban, tenían acceso a más material explosivo, detonadores para teléfono móvil y al menos otros dos vehículos para perpetrar más ataques.

El fiscal señaló que sólo "la suerte" salvó de morir a los londinenses que frecuentaban la zona del centro de la ciudad donde los terroristas aparcaron los dos vehículos el 29 de junio, ya que, al final, éstos no hicieron explosión.

Ese ataque fallido puso a la Policía sobre la pista de Abdulla y Kafeel Ahmed, que al día siguiente empotraron el jeep-bomba contra el aeropuerto escocés.

Los explosivos del jeep tampoco funcionaron pero causaron un incendio que provocó la muerte de Ahmed, mientras que su socio fue detenido.

El fiscal apuntó que "lo extraordinario" del caso es que los acusados son doctores, que pasaban de atender a pacientes a planear la muerte de multitud de inocentes.

Sus actos, según dijo, estaban motivados por lo que percibían como persecución de los musulmanes en Palestina, Afganistán e Irak.

Además de Abdullah y Asha, fue detenido en relación al caso el hermano de Ahmed, Sabeel Ahmed, de 26 años y ex médico del NHS, que en mayo fue deportado a la India tras haber sido condenado en abril a 18 meses de cárcel por ocultar información.

Otros detenidos son Mohamed Hannef, indio de 27 años que había trabajado para el NHS en Cheshire y que fue capturado en Australia, y la esposa de Asha, Marwah Dana Asha, de 27 años y antigua técnica de laboratorio del NHS.

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