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Mongolia declara el estado de emergencia tras 5 muertos y 300 heridos en las revueltas postelectorales

  • El decreto del presidente de Mongolia, Nambarin Enkhbayar, prohíbe las reuniones públicas y las retransmisiones de los medios de comunicación independientes

Al menos cinco personas murieron y más de 300 resultaron heridas en enfrentamientos entre la Policía y manifestantes que protestaban por un supuesto fraude electoral en la capital mongola, Ulan Bator, donde se ha declarado el estado de emergencia, informa hoy el portal de noticias 'Mongolia Web News'.

Estas cifras fueron facilitadas por el según la fuente, una web independiente de periodistas extranjeros y mongoles que traduce al inglés las noticias publicadas poministro de Interio y Justicia mongol, Tsen Diin Monkh Orgil, quien explicó que la policía y las fuerzas armadas han detenido a 718 personas,según la fuente, una web independiente de periodistas extranjeros y mongoles que traduce al inglés las noticias publicadas por la prensa estatal. Según dijo a Efe uno de sus redactores, la situación en estos momentos está en calma y "se pude andar sin problemas por las calles", aunque están vigiladas por la Policía y el Ejército.

Un responsable de una organización no gubernamental que trabaja en la capital mongola dijo también a Efe vía telefónica que la situación se ha calmado en las últimas horas. La Embajada de Mongolia en Pekín, por su parte, declinó hacer comentarios a Efe sobre los sucesos. De los heridos, 221 son civiles y 108 policías, detalló el ministro.

Más de 6.000 manifestantes tomaron ayer las calles de la capital para mostrar su enfado por el presunto fraude electoral en las elecciones parlamentarias celebradas el pasado domingo, informó la agencia estatal de noticias china, Xinhua. Pese a que la Comisión Electoral General no ha publicado aún los resultados, los medios locales informaron de una victoria por mayoría absoluta del gobernante Partido Popular Revolucionario (PRPM), a lo que el opositor Partido Democrático respondió exigiendo un nuevo escrutinio mientras sus seguidores salían a las calles. Los manifestantes atacaron, además de la sede del partido gobernante, el PRPM, la sede del Ejecutivo y la principal comisaría de Policía, según dijo el ministro de Exteriores.

El presidente de Mongolia, Nambarin Enkhbayar, declaró anoche, tras las revueltas, cuatro días de estado de emergencia y el toque de queda desde las 22.00 hasta las 08.00 horas locales en la capital del país. El decreto presidencial prohíbe además las reuniones públicas y las retransmisiones de los medios de comunicación independientes. "La policía utilizará la fuerza necesaria para parar a los criminales que están invadiendo la propiedad privada y del gobierno", aseguró el ministro de Justicia e Interior durante la lectura del decreto en la televisión pública.

La crisis se desató cuando los medios locales informaron de que el PRPM, antiguo Partido Comunista, obtuvo 40 de los 76 escaños que componen el Parlamento, conocido como Gran Hural. El líder de la oposición, Tsakhia Elbegdorj, acusó ayer a la formación de "actividades ilícitas" para "robar" la victoria a los demócratas. El PRPM fue el único partido durante los 70 años de régimen comunista en el país, convertido prácticamente en una república soviética más pese a su independencia de facto.

Enclaustrado entre los gigantes ruso y chino, Mongolia tiene una población de apenas 3 millones de personas dispersas en una superficie tres veces el tamaño de España y dispone de importantes yacimientos de carbón, petróleo, cobre, mineral de hierro, estaño, molibdeno, níquel, zinc, tungsteno, oro, plata, fosfatos y fluorita.

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