Carrera hacia la casa blanca La fe como moneda de cambio en las primarias norteamericanas

Dios es latino en Estados Unidos

  • Los candidatos demócratas intentan lograr el voto de los católicos, de los que muchos son inmigrantes suramericanos · Clinton y Obama se disputaron ayer los restos del electorado protestante en Pensilvania

El voto religioso está aún en juego en las primarias de EEUU. Los precandidatos demócratas a la Casa Blanca se disputan especialmente el favor de los católicos y los protestantes blancos liberales.

En este sentido, los latinos vuelven a jugar un papel importante, ya que son católicos en su inmensa mayoría. Los datos del panorama religioso denotan que allí los católicos blancos hace décadas que están estancados en número total y han perdido un 7,5% de creyentes según las estadísticas del Pew Forum, un centro de estudios hispanos.

Cuando se trata de rebañar votos, los latinos vuelven a estar en boca de los candidatos y en la mente de los recaudadores de votos ya que las bajas en las filas católicas tradicionales se compensan ampliamente por la inmigración procedente de Suramérica, de los que un 48% profesan la fe del Vaticano.

Conforme a la evolución demográfica del país, la población católica crece a un ritmo paralelo al de los latinos, que serán el triple en 2050 según las estimaciones.

La fe ha tenido históricamente un papel clave en EEUU, donde la mayor parte de la población profesa alguna religión. Por eso, los tres candidatos manifestaron que son protestantes: Jonh McCain, el aspirante republicano, fue educado en la fe episcopal aunque ahora acude a una iglesia baptista. En cuanto a los demócratas, Barack Obama pertenece a la Iglesia Unida de Cristo y Hillary Clinton es metodista.

Setenta millones de estadounidenses son católicos, es decir, un 24% de la población que sólo es superada por los protestantes, la afiliación mayoritaria con el 51% de creyentes. Aun así, el panorama religioso es variopinto, por lo que hay muchos potenciales votantes, a cambio, resulta complicado contentar a todos.

"No hay un voto religioso en EEUU. Clinton apela a los católicos, Obama a los protestantes negros y entre ellos se disputan los votos de los protestantes blancos", asegura John Green, miembro del Foro Hispano Pew y escritor de varios libros sobre política y fe en EEUU como Factor fe: Cómo la religión influye en las elecciones americanas.

El candidato presidencial de las filas republicanas es el favorito de la mayor parte de la población religiosa según las encuestas, especialmente por su postura en contra del aborto. "Que McCain sea la principal opción del voto religioso no está claro. Los conservadores religiosos encuentran probablemente en él el candidato más afín, pero no es así para todos", explica Green en una entrevista concedida a este periódico.

El analista político añade que "algunos se quedarán en casa el día de las elecciones y otros pensarán en votar a los demócratas. Dependerá en gran medida de quién sea el candidato demócrata, ya que a muchos religiosos conservadores no les gusta Clinton y, como consecuencia de ello, podrían votar a los republicanos".

Teniendo en cuenta estos datos se entiende bien que los dos aspirantes demócratas se citaran el domingo pasado en un foro sobre fe y religiosidad en Pensilvania, un acto bastante oportunista ya que era allí donde se celebraba la siguiente y crucial cita de las primarias demócratas sonde la senadora por Nueva York se jugó la elección como candidata de su partido a la Presidencia.

En ese foro, en el que ambos aspirantes intervinieron por separado, fueron preguntados sobre el aborto, una de las cuestiones de mayor relevancia y tanto Obama como Clinton se mostraros a favor, lo que "capta votos de los creyentes más liberales pero excluye la posibilidad de ser apoyados por el sector más conservador" explica John Green, quien matiza que esto no es especialmente importante para los demócratas porque son conscientes de que los más radicales en sus posturas votarán a los republicanos.

Sobre la ausencia de McCain en el programa, que fue televisado por la CNN, Green matizó que "probablemente los republicanos tienen otra estrategia de campaña en mente. La disputa por el voto religioso se centra ahora entre Clinton y Obama porque las tendencias de McCain ya se conocen. Es posible que no se presentara para evitar quedar mal con algunas posturas de determinado tipo de electorado", aseguró John Green, aunque otros analistas creen que el senador por Arizona perdió una buena oportunidad de dirigirse a un público más liberal.

Los creyentes son un público a cortejar como los latinos o las mujeres, un sector muy tradicional en EEUU que, aunque en esta campaña parezca tener algo menos de peso que en otras ocasiones, será crucial para las primarias demócratas que aún no han decidido candidato y cualquier ventaja podría hacer que la balanza se inclinara hacia Hillary u Obama.

Y al igual que el voto religioso puede dar ventaja, también la quita, por lo que la fe es utilizada como arma arrojadiza entre quienes aspiran a la Casa Blanca.

El senador por Illinois, por ejemplo, se vio envuelto en una polémica porque el pastor de su iglesia pronunciaba sermones antipatriotas en los que criticaba la política exterior estadounidense. Hillary, por su parte, utilizó el escándalo de su marido, Bill Clinton, con una becaria cuando era presidente y ha asegurado en varias ocasiones que la "relación inapropiada" de su esposo le "acercó más a Dios". McCain necesita el apoyo de la ultraderecha conservadora, pero le falla su posición con respecto a la investigación con células madre.

Quedan por tanto unos votos que rascar. Sobran algunos indecisos entre católicos y liberales de los que son inmigrantes en un porcentaje considerable. Pensilvania, un atado tradicionalmente religioso, tuvo ayer una buena oportunidad de decidir sobre cuál de los precandidatos demócratas merece el favor divino.

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