América latina El dictamen condena también a otras ocho personas

Chile cierra otro capítulo

  • La sentencia dictada contra el ex jefe de Inteligencia por el asesinato del general Prats y su esposa pone fin a uno de los capítulos más tenebrosos de la dictadura

La sentencia dictada por un tribunal chileno contra el ex jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), Manuel Contreras, y otras ocho personas por el asesinato del general Carlos Prats y su esposa cierra uno de los capítulos más tenebrosos de la represión durante la dictadura militar de Pinochet.

"El país ahora ya sabe la verdad de lo que ocurrió; aquí se ha hecho Justicia por nuestros padres", afirmó Angélica Prats, una de las tres hijas del matrimonio asesinado en Buenos Aires.

Un tribunal condenó a doble cadena perpetua al general Contreras por el asesinato del jefe del Ejército chileno durante el Gobierno del Salvador Allende, el general Prats González, y su esposa, Sofía Cuthbert, ocurrido el 30 de septiembre de 1974 en el barrio bonaerense de Palermo.

El juez de la Corte de Apelaciones de Santiago, Alejandro Solís, también sentenció a Contreras, ex jefe de la DINA, a 20 años por asociación ilícita por cometer el atentado con explosivos contra Prats y su esposa Sofía Cuthbert.

Ésta es la sentencia número 26 que pesa sobre Manuel Contreras, recluido en la prisión de Punta Peuco y quien acumula numerosas condenas de entre 10 y 15 años de prisión por violaciones de los Derechos Humanos.

El ministro de Justicia, Carlos Maldonado, destacó que los tribunales chilenos estén esclareciendo los casos de violaciones a los Derechos Humanos "para ir avanzando en la Verdad y la Justicia", y reconoció que no ha sido fácil investigar, "primero porque la dictadura lo impedía y luego porque no siempre se cuenta con la información y colaboración necesarias".

Solís también sentenció a penas dobles (por cada víctima) que van de los 20 años a los 541 días de cárcel al brigadier Pedro Espinoza, el general Raúl Iturriaga Neumann y los oficiales José Zara, Juan Morales Salgado y Christoph Willeke, así como el suboficial Reginaldo Valdés, todos ellos en retiro.

Asimismo, condenó a 10 años y un día a Mariana Callejas, esposa del estadounidense Michael Townley, y a 5 años y un día al ex agente civil Jorge Iturriaga Neumann.

Townley, ex agente de la DINA, fue el encargado de instalar y detonar la bomba colocada bajo el automóvil del general Prats y actualmente reside en Estados Unidos, acogido al programa de protección de testigos.

Tras conocerse la sentencia, el senador socialista Jaime Naranjo valoró las condenas dictadas por el juez Solís y agregó que "la Justicia tardó, pero finalmente llegó para este alevoso asesinato".

Naranjo emplazó al Ejército para que degrade a los oficiales en retiro que han sido condenados por su papel en la represión.

Por otra parte, el presidente del Partido Socialista, el senador Camilo Escalona, afirmó que el fallo judicial da cuenta de que Pinochet estaba detrás del atentado, porque, según él, "no es posible haber organizado una operación de esta naturaleza en Argentina sin el respaldo del Estado chileno". Angélica Prats insistió en que "Pinochet debía haber sido condenado por este crimen" y lamentó que el ex dictador, fallecido en diciembre de 2006, muriese sin haber sido sentenciado.

Tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, el general Prats González se exilió junto con su esposa en Buenos Aires, donde murieron en un atentado perpetrado con explosivos adosados a su automóvil por agentes de la policía política de Augusto Pinochet. Pamela Pereira, abogada de las hijas del matrimonio Prats (Sofía, Angélica y Cecilia), manifestó que este doble asesinato "fue un acto de terrorismo de Estado de la mayor magnitud".

"Fue difícil llegar a la sentencia. Es un acto de Justicia con el general Prats y con su esposa que simboliza la Justicia que otras familias de las víctimas de la dictadura de Pinochet no han tenido, como es el caso de mi padre, Andrés Pereira", se lamentó la letrada.

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