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Bélgica detiene a 14 islamistas horas antes de comenzar la cumbre de la UE

  • Sospechas de que alguno de los capturados tenía la intención de atacar a los mandatarios reunidos en la capital belga · Irlanda repetirá el referéndum sobre el Tratado de Lisboa tras conseguir concesiones

La Policía belga detuvo ayer a 14 sospechosos de pertenecer a la red islamista de Al Qaeda, entre ellos un hombre que parecía estar a punto de cometer un atentado suicida, pocas horas antes de la apertura de la cumbre de jefes de Estadi y de Gobierno de la UE en Bruselas.

"No sabemos dónde estaba planeado ese atentado suicida. Podría tratarse de una operación en Pakistán o en Afganistán, pero no puede descartarse totalmente que Bélgica o Europa fuesen el objetivo", declaró a la prensa el fiscal federal belga, Johan Delmulle.

Según informaciones muy recientes obtenidas por los investigadores, el sospechoso había recibido "la luz verde para ejecutar una operación de la cual estimaba no volvería" y "ya se había despedido en un vídeo de sus familiares, porque quería ir al paraíso con la conciencia tranquila".

"Estas informaciones y el hecho de la cumbre europea que tiene lugar en Bruselas, no dejaban otra opción que la de intervenir", agregó Delmulle. El jefe de la Policía Judicial, Glen Audenaert, precisó que 242 policías participaron en 16 operativos en Bruselas y uno en Lieja (este).

Al margen de estos acontecimientos, la cumbre de la UE respaldó la propuesta francesa para solucionar el bloqueo al Tratado de Lisboa, que consiste en que Irlanda celebre otro referéndum antes de noviembre próximo.

Los jefes de Estado y Gobierno alcanzaron este acuerdo, que también incluye que la Comisión Europea seguirá teniendo un miembro por cada país, en la primera sesión de trabajo de la cumbre de la UE, lo que despeja el camino para discutir el plan de reactivación económica y las medidas contra el cambio climático

Los Veintisiete respaldaron la propuesta francesa que indica que el Gobierno irlandés "se compromete a tratar de conseguir la ratificación del Tratado de Lisboa antes del final del mandato de la actual Comisión", en noviembre de 2009. Aunque el texto no habla expresamente de condiciones, la forma en que está redactado señala claramente que la concesión a Irlanda va unida a que ese país ratifique el Tratado, después del resultado negativo de la consulta de junio pasado.

"Siempre que entre en vigor el Tratado de Lisboa", el Consejo Europeo adoptará una decisión para que "la Comisión mantenga un nacional de cada Estado miembro", afirma la propuesta que fue aceptada.

El Tratado de Lisboa prevé que, a fin de ganar en eficacia, a partir de 2014 habrá un número de miembros de la CE igual a dos tercios del número de Estados miembros (lo que equivale a 18 en la UE de los 27), que se regirá por un principio de rotación igual entre los Estados miembros.

El presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, ya se había mostrado receptivo a esta solución de un comisario por país el pasado martes, cuando dijo que la experiencia ha demostrado que "la CE puede trabajar con 27 o más miembros". Barroso reconoció que algunos países comunitarios mantienen reticencias a dejar de tener una persona de su nacionalidad en la Comisión Europea, incluso si los comisarios son teóricamente independientes de sus países y no actúan como delegados de los gobiernos nacionales.

El acuerdo se logró a pesar de que algunos países eran reacios a mantener un comisario por cada Estado miembro, ya que con las futuras ampliaciones puede haber una Comisión Europea con hasta 35 integrantes, aunque prevaleció el objetivo de lograr la ratificación del Tratado.

El texto que respaldaron los jefes de Estado y Gobierno señala que el pueblo irlandés ha manifestado también sus preocupaciones acerca de cuestiones como el mantenimiento de su política fiscal, las leyes relativas a la familia y la neutralidad del país.

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