La Asamblea Constituyente de Ecuador, dominada por el oficialismo y tras casi ocho meses de trabajo, aprobó ayer un proyecto de nueva Constitución con la que el Gobierno quiere construir el denominado Socialismo del siglo XXI.

Con el proyecto de nueva Constitución "se cambia el modelo neoliberal" en Ecuador, afirmó ayer el presidente Rafael Correa, al felicitar a los asambleístas que concluyeron la redacción del texto, en una sesión que duró más de 19 horas. No obstante, el texto se someterá el jueves someterá al voto razonado de cada uno de los 130 asambleístas.

"Se ha hecho un trabajo extraordinario, con absoluta democracia", añadió el jefe del Estado, impulsor de la Asamblea Constituyente para cambiar las estructura institucional del país y acabar con lo que califica de partidocracia de los grupos políticos de derechas que se han mantenido en el poder en las últimas décadas.

Por ello, Correa advirtió de que la oposición, al sentir afectados sus intereses con el texto, empezará a hacer campaña por el no en el referéndum del 28 de septiembre, en el que la población debe aprobar o rechazar el proyecto. Sin embargo, Correa vaticinó un triunfo del sí en un desafío a la oposición, a la que ha ganado en las últimas votaciones.