La Asamblea Constituyente ecuatoriana de mayoría oficialista aprobó ayer la nueva Carta Política que será sometida a referéndum y cuyas normas autorizan al presidente Rafael Correa a buscar la reelección, regular la economía y disolver el próximo Congreso.
Tras ocho meses de debate, la Asamblea votó cada uno de los 444 artículos de la Constitución antes de expedir el texto que irá a la consulta el 28 de septiembre.
La oposición se ausentó de las últimas sesiones por su desacuerdo con un marco que a su juicio concentra todos los poderes en el presidente.
"La mala fe ahora dice que se llamó a una Asamblea Constituyente para que haga una Constitución a la medida de Rafael Correa", replicó el gobernante.
La Carta Magna, que será entregada hoy a la corte electoral, permite a Correa postularse por una sola vez a la reelección y disolver el Congreso que resulte elegido en los próximos comicios.
De triunfar el referéndum constitucional, se aplicará un denominado régimen de transición, que establece elecciones anticipadas para enero y que "el presidente y vicepresidente de la República concluirán su período de gobierno el día 24 de mayo de 2013".
Correa, quien impulsa el socialismo del siglo XXI y la nueva Constitución para regular la economía mediante un sistema social y solidario, podrá ser cesado a través de la revocatoria del mandato en una consulta popular.
La nueva Carta Política pretende sepultar el neoliberalismo y acabar con una década de crisis política en Ecuador, en la que tres presidentes han sido derrocados.
Pero el texto redactado ha llevado a la minada oposición a calificarlo de "hiperpresidencialista y totalitario" al sostener que concentra los poderes en el Ejecutivo, que a través de la mayoría oficialista en la Constituyente logró reorganizar la corte electoral y de justicia en la última semana.
La Asamblea destituyó la madrugada de ayer a Andrés León, vocal opositor del Tribunal Supremo Electoral y nombró en su lugar a un aliado del Gobierno.
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