REPORTAJE

Del Seat 600 al Mii: ¡Cómo hemos cambiado!

  • Con motivo del 60 aniversario del Seat 600, que se celebra en 2017, comparamos este modelo que motorizó España con un modelo equivalente de la misma marca: el Seat Mii.

Comparativa del Seat 600 con el Seat Mii

Comparativa del Seat 600 con el Seat Mii

Muchas veces, cuando presenta un modelo nuevo, no somos capaces de apreciar la innovación que lleva cada coche. Al final, como la mayoría de los modelos actuales tienen unos buenos frenos, una dirección precisa y unos consumos eficientes… pensamos que siempre ha sido así en la historia del automóvil.

Estos días, en cambio, hemos tenido la oportunidad de conocer cómo ha evolucionado el automóvil en las últimas décadas. Y lo hemos hecho de primera mano. Para ello Seat nos ha permitido enfrentar su modelo más emblemático y con mayor historia –el Seat 600- con el que sería su equivalente a día de hoy –el Seat Mii-.

Seat ha fabricado 800.000 unidades del 600. Seat ha fabricado 800.000 unidades del 600.

Seat ha fabricado 800.000 unidades del 600.

Una prueba conjunta –del Seat 600 y del Seat Mii- que nos ha valido para darnos cuenta de cómo ha evolucionado el automóvil en estas seis décadas de diferencia: de 1957 –que fue cuando nació el 600- y hasta ahora hoy en día.

Y lo primero que nos llama la atención en esta prueba comparativa es el elevado nivel de confort y seguridad que tenemos en la actualidad.

En primer lugar porque viajar en un 600 en la década de los 60 era un acto heroico. Para empezar, primero había que preparar el viaje incluso reservando piezas que pudiéramos necesitar, como una correa del ventilador o una botella de agua para el radiador.

Después, había que apañárselas para introducir a toda la familia –se han dado casos de viajes de más de 10 personas en un 600- junto con su equipaje. Un equipaje -asimismo- que había que repartirlo entre los pequeños huecos que ofrecía el 600: un reducido maletero frontal, un pequeño espacio disponible bajo los asientos traseros y la baca en el techo para llevar las maletas a cuestas, como si de un caracol se tratara.

A ello había que sumar, el estado de las carreteras en los años 60 que muchas veces cuando tocaba un camión en la subida a un puerto, finalmente había que hacer una parada a mitad del puerto porque el motor se sobrecalentaba.

El Seat 600 tenía un precio inicial de 65.000 pesetas (350 euros actuales). El Seat 600 tenía un precio inicial de 65.000 pesetas (350 euros actuales).

El Seat 600 tenía un precio inicial de 65.000 pesetas (350 euros actuales).

Y todo ello por no hablar de una dirección sin ningún tipo de asistencia que te obligaba a pelearte con el volante, de unos frenos que nada tienen que ver con los de ahora, de una velocidad máxima que alcanzaba los 95 kilómetros por hora…

Estas prestaciones limitadas se debían a que el motor del 600 tenía una potencia muy justa. En concreto, el 600N incorporaba un propulsor de 600 centímetros cúbicos y unos 18 CV DIN. Una cifra que con la llegada de nuevas versiones mejoradas llegó a alcanzar cerca de 30 CV de potencia.

No obstante, estas prestaciones limitadas y el largo período de espera que te de daba Seat hasta que entregaban el vehículo –la lista de espera llegó a alcanzar dos años en los años 60- no repercutieron en unas ventas limitadas. ¡Todo lo contrario! Entre 1957 y 1973, fecha en la que se fabricó el último Seat 600, la firma española había producido casi 800.000 unidades de este modelo.

Una de las razones que explica este éxito del 600 era su precio ajustado. En concreto, un Seat 600 de la década de los 50 y los 60 tenía un precio de 65.000 pesetas (350 euros actuales).

Hoy un coche con el Mii cuenta con todos los adelantos técnicos. Hoy un coche con el Mii cuenta con todos los adelantos técnicos.

Hoy un coche con el Mii cuenta con todos los adelantos técnicos.

Hoy en día, en cambio, viajar con un coche como el Mii es facilísimo. Tan fácil que incluso basta con señalar en el Smartphone el destino al que queremos ir que el Mii nos llevará con total confort de marcha y sin preocupación alguna.

Donde más diferencias se aprecian entre uno y otro modelo es en el apartado de confort y seguridad. Por ejemplo, en seguridad, un Seat Mii actual viene equipado con todos los avances del grupo que nos permiten superar una circunstancia complicada sin temor a tener un accidente. Antes, en cambio, la situación nada tiene que ver.

Para empezar el Seat 600 no contaba con un sistema de refrigeración del habitáculo. Tan sólo había una trampilla que si se abría dejaba pasar el calor del motor, pero también los gases. Y esto lo que hacía era provocar verdaderos problemas a la hora de circular cuando llovía o hacía mucho frío ya que los cristales se empañaban y la visibilidad se reducía enormemente. Y lo mismo ocurría con las luces. Los grupos ópticos del 600 eran unas pequeñas lámparas que iluminaban muy poco.

Y algo similar ocurre con los frenos. La ausencia del ABS y de otros elementos de seguridad como el ESP que ahora lleva el Mii hacía que frenar con el 600 en condiciones difíciles fuera un ejercicio de fe. Durante las pruebas realizadas en el circuito del Jarama (Madrid) con una frenada asimétrica –mitad mojado, mitad seco-, nada más poner el pie en el pedal del freno, el 600 hacía un trompo en cuestión de décimas de segundo. Una circunstancia que cuando repetíamos con el Mii, el coche de Seat ni se inmutaba.

En definitiva, esta toma de contacto que hemos tenido con el Seat 600 de la época nos ha servido para valorar aún más el automóvil y los nuevos modelos que lanzan los fabricantes en la actualidad. Ya sea por confort, por seguridad, por prestaciones, por eficiencia del gasto… las diferencias entre ambos modelos –el Seat 600 y el Seat Mii- son brutales.

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