Es una de las tecnologías que lleva queriéndose implantar desde hace años pero todavía no lo han conseguido. Hablamos de convertir a los coches en vehículos ‘inteligentes’ para que hablen entre ellos. Y no solamente entre ellos, sino también que los coches hablen con los semáforos, con los guardarraíles o con cualquier otro elemento que esté en la carretera.

Dicho así, parece que estamos ante algo que es una locura o que es completamente del futuro. Sin embargo, no es tan complicado de explicar. Ya veréis. Resulta que los coches están generando millones de datos continuamente.

Por ejemplo, entras en una glorieta a una velocidad excesiva y el suelo está húmedo y rápidamente entra el control de tracción y el ESP, para evitar que el coche pierda tracción. O, también, llega una retención, frenas fuerte y otra vez, el dispositivo del ABS salta para que las ruedas no bloqueen y alargues la frenada.

El ejemplo más rotundo es cuando tienes, por ejemplo, un impacto algo mayor y salta un airbag o cuando rozas con un cono el frontal del coche y se eleva el capó para evitar daños a los peatones.

Este tipo de situaciones, aunque no todos las hayamos vivido en primera persona, son el 'pan nuestro de cada día'. Es decir se producen constantemente. Y todas estas situaciones generan una gran cantidad de información. Los diferentes sensores que tienen los vehículos y la centralita del vehículo están recogiendo esa información.

Por tanto, lo único que faltaba en este proceso es que la información no sólo se la quedara o guardara el coche para su ‘ordenador interno’, sino que la compartiera con el resto de vehículos o elementos del día a día de nuestras calles y carreteras. Una vez enviada, a su vez, esta información debería ser tratada y analizada por el resto de vehículos e infraestructuras.

De tal manera, que si tú vas en el coche –por ejemplo- y otro vehículo que está a algunos centeneras  de metros por delante tuviera un accidente, ese coche accidentado mandara una señal a todos los vehículos de alrededor para que sus conductores tuvieran conocimiento del percance, lo que evitaría nuevos riesgos o accidentes.

Volkswagen lo instalará en 2019

Pues bien, todo esto que siempre ha sido un anhelo de los fabricantes, parece ser que ya tiene una fecha definitiva de instalación. En concreto, ha sido Volkswagen el grupo automovilístico que ha anunciado que para 2019 ya incorporará en algunos de sus modelos el estándar pWLAN, que es el lenguaje que permite el intercambio de información relevante sobre el tráfico entre vehículos de diferentes marcas.

En este sentido Volkswagen ha confirmado que en 2019 los primeros modelos del grupo podrán compartir información entre coches –lo que se conocen como Car to Car- pero también podrán compartir información entre vehículos e infraestructuras –conocido como Car to X-.

Este grupo alemán ha señalado que con el envío de esta información se puede ayudar a reducir los accidentes de tráfico, así como a disminuir las consecuencias de los mismos y, también, mejorar la fluidez de la circulación de los automóviles.

Asimismo, este sistema también permitirá conocer el estado del tráfico en tiempo real, los accidentes y otras situaciones relacionadas con la circulación. Esto se consigue porque la comunicación de los datos se realiza en milisegundos y alcanza un radio de 500 metros. Además, esta tecnología al estar basada en una frecuencia concreta no depende de la tecnología del teléfono móvil, pudiendo funcionar siempre e independientemente de la cobertura que tengamos en el móvil.

La comunicación entre coches siempre ha sido un anhelo de los fabricantes. Ahora sólo falta que se haga una realidad para que los conductores nos beneficiemos de ello próximamente.