Dentro de la industria de la automoción las principales novedades se presentan según determinados ciclos. Por ejemplo, en invierno las innovaciones provienen de Estados Unidos con los salones del automóvil de Los Ángeles o Detroit.

Poco después, en marzo, Ginebra, en Suiza, recoge el Testigo para acercar las principales novedades al mercado europeo, el Viejo Continente. Y en otoño la cita continúa con París o Frankfurt, dos salones alternos, donde los fabricantes locales suelen mostrar sus últimas creaciones.

En este calendario, por tanto, había un período –el verano- en el que la mayoría de los constructores se mantenían en reposo. El mes de agosto, sobre todo, era un período más tranquilo donde las marcas se tomaban un respiro para después reiniciar su actividad en septiembre.

Sin embargo, esta situación ha cambiado. Existe un lugar en California (Estados Unidos) que es conocido como Pebble Beach. Y allí, año tras año, se celebra el llamado ‘Concurso de Elegancia’, una especie de competición donde los pudientes asistentes de la zona votan cuál es el coche más atractivo de los allí expuestos. Pues bien, resulta que este lugar ha sido también tomado por los fabricantes, principalmente por las marcas premium, para mostrar allí sus prototipos más llamativos.

Un Mercedes que no pasa desapercibido

Un buen ejemplo de ello es el modelo que ha llevado Mercedes-Benz a Pebble Beach. Se trata del Mercedes-Maybach 6 Cabriolet. Y no es otra cosa que un coche de concepto –un modelo de exhibición que no se va a fabricar- basado en un descapotable eléctrico de enorme tamaño –mide cerca de seis metros de longitud-.

El diseño de este prototipo es muy llamativo.

Junto con su aspecto muy llamativo, este Mercedes, también sorprende por la incorporación de cuatro motores eléctricos, uno en cada rueda, que entre todos entregan una potencia de 750 CV. Y todo ello, además, con una autonomía que ya empieza a ser más interesante puesto que se sitúa entre los 300 y los 500 kilómetros.

El BMW más realista

BMW por su parte ha dado a conocer el Z4 Concept, un prototipo que anticipa casi a la perfección el que será el nuevo Z4 que llegará en 2018. "El BMW Concept Z4 es una máquina de conducción total. Reducir el coche a lo estrictamente necesario permite al conductor experimentar todos los ingredientes del placer de conducir con una franqueza superior. Esto es libertad total sobre las cuatro ruedas", señaló el vicrepresidente sénior de Diseño del grupo alemán, Adrian van Hooydonk.

Este prototipo, que adopta algunos rasgos del diseño clásico de los roadsters, presenta una silueta baja y estirada, una zaga compacta, un capó más corto y alerones definidos que hacen que el conductor se sienta más cerca del centro del vehículo que en modelos anteriores.

Este prototipo anticipa el próximo BMW Z4 de 2018.

El contorno del vehículo sigue una forma de cuña y la pintura exterior Energetic Orange con acabado Frozen muestra luces y sobras en la superficie, lo que acentúa la tridimensionalidad del exterior.

En el interior del Concept Z4, el asiento del conductor, así como los paneles de las puertas, el cuadro de instrumentos y la consola central están acabados en negro.

El futuro Z4 tendrá un diseño similar.

Asimismo, el cuadro de instrumentos y la pantalla de información central forman un conjunto de pantallas integradas, dándole una "ergonomía perfecta"  al puesto de conducción.

El monoplaza eléctrico de Infiniti

Por su parte, la firma automovilística Infiniti presentó también en Pebble Beach (California) el Prototype 9, un monoplaza de 148 caballos propulsado por un motor eléctrico y una batería del departamento de Tren de potencia avanzado de Nissan.

Según informó la marca, este prototipo homenajea a los coches de carreras de los años 40 y se inspira en una era emergente de los deportes de motor en Japón.

Este Infiniti rinde homenaje a los coches de de competición de hace décadas.

La carrocería del vehículo está fabricada en chapas de acero que recubren un bastidor escalonado de acero, al mismo tiempo que incorpora elementos característicos de Infiniti, como la parrilla de doble arco, las salidas de aire de las ruedas delanteras, el capó con un solo pliegue y las líneas estilizadas que lo recorren.

El interior del Prototype 9 no incluye ningún elemento que distraiga la atención del conductor y el volante gira alrededor de un cuadro central fijo, donde se alojan todos los indicadores de conducción y un reducido conjunto de interruptores.

Este prototipo, de 148 caballos de potencia, tiene una velocidad punta de 170 kilómetros por hora y acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 5,5 segundos, con una autonomía eléctrica máxima de 20 minutos de uso intensivo en circuito.