Francia y el cambio

Esperemos acierto más y mejor democracia. Y miremos hacia Europa para copiar lo mejor y rectificar los errores

El pasado domingo, las elecciones presidenciales en Francia arrojaron como resultado definitivo la elección de Emmanuel Macron como nuevo presidente de Francia; vemos cómo se ha creado una situación política en estas elecciones que nos ofrece una descomposición de los partidos tradicionales franceses generando un nuevo panorama inédito hasta ahora. Un cambio.

Aunque solo sea por aquello de que "cuando las barbas de tu vecino ves cortar, pon las tuyas a remojar", la situación descrita abre numerosos interrogantes sobre el impacto que esta situación pueda generar en la vida política de la UE y en la de los Estados Miembros; por supuesto que en España también.

Yo no me considero un experto en futurología política y por tanto no pretendo que mis reflexiones se interpreten con esa intención. Pero sí que puedo decir que la situación de la política francesa, junto a los precedentes del Brexit y otros de países vecinos, crea incertidumbre sobre la evolución futura de la política en nuestro entorno.

Personalmente la incertidumbre a la que me refiero no la percibo con preocupación o pesimismo porque también pienso que en este tipo de situaciones se generan oportunidades de mejora que, de ser aprovechadas adecuadamente, pueden servir de impulso y regeneración democrática para crear un mejor espacio a las políticas públicas. Ello no quiere decir que me sitúe con indiferencia ante esta situación de incertidumbre; todo lo contrario.

Los problemas y los desafíos que aquejan a la sociedad europea requieren la mayor fortaleza y credibilidad de los sistemas democráticos porque ello es un requisito para poder ganar esos desafíos que amenazan el bienestar y la igualdad a la que la sociedad europea aspira de manera muy mayoritaria.

Es por eso por lo que me parece imprescindible resolver con urgencia todos los defectos, insuficiencias y problemas que la sociedad ha detectado en el funcionamiento de los partidos políticos y en las instituciones democráticas. Y es por eso también que lo acontecido en Francia en estas elecciones así como la evolución futura y la acción del nuevo presidente francés va a repercutir en la política de muchos Estados de la UE.

Esperemos acierto, prudencia, humildad y más y mejor democracia. Y miremos hacia Europa para copiar lo mejor y rectificar los errores.

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