Con 25 millones de habitantes en toda su área metropolitana (y apretados, con 16.000 habitantes por kilómetros cuadrado), Seúl, la capital surcoreana, es un fascinante destino por la vorágine de su vida urbana, donde se concentra la mitad de los vecinos del país. Pyeongchang, una estación al este de la península, se ha convertido en el foco deportivo de estos días con los Juegos Olímpicos de invierno. Corea del Sur se pone en el escaparate para los viajeros y la plataforma de búsqueda de viajes kiwi.com ha desarrollado para este periódico una serie de pistas para preparar una visita a Corea.

1. Un aeropuerto diferente. Incheon es el aeropuerto principal de Corea del Sur. Es uno de los más concurridos del mundo, pero con unos protocolos ágiles que reduce en dos tercios el tiempo habitual de requisitos para tomar el vuelo respecto a otros recintos.

2. Un metro moderno. Para una megalópolis como Seúl lo más rápido es la red de metro, que consta de 21 líneas. Toda la señalización en inglés, con wifi, asientos climatizados y menos de 1 euro por trayecto. Su primera línea se abrió en 1974.

3. Monumentos de la multiculturalidad. En Seúl se concentran tanto templos budistas como iglesias neogóticas. El principal de los cinco palacios reales es el de Gyeongbokgung, de 1395, residencia de la antigua familia real con 7.500 dependencias. El cambio de guardia más vistoso se produce en la puerta del palacio de Gwanghwamun.

4. Occidente festivo. El distrito más animado es el de Itaewon, cerca de la base estadounidense y lleno de mercados, restaurantes y bares de copas.

5. PyeonChang, en alta velocidad. Entre el aeropuerto de Seúl y la sede olímpica la distancia se ventila en dos horas de tren y unas tres en coche. El principal recinto de la localidad deportivA es el complejo Alpensia, construido en 2003 sobre una antigua finca de patatas. ¿Qué signfica Alpensia?: Alpes, Asia y Fantasía.