Pasarela

Victoria, la princesa que sonríe

  • La heredera sueca cumple 40 años convertida en el miembro más querido de la dinastía Bernadotte, por encima incluso de su padre

  • Cientos de personas salieron ayer a las calles de Estocolmo para felicitarla

Muchos vieron en ella a la candidata perfecta para un apuesto Príncipe de Asturias que por aquel entonces rozaba la treintena, pero la heredera sueca, recién cumplidos los 20 estaba más pendiente de lucir una figura perfecta que de encontrar el amor. Afortunadamente Victoria pudo enterrar pronto sus trastornos alimenticios y, desde que venció a la anorexia, su vida cambió. Encontró el amor en los brazos de su entrenador personal, con el que años más tarde tuvo una boda de cuento de hadas que hizo llorar a media Europa, y, a partir de ahí empezó a encontrar la complicidad de su pueblo.

Victoria de Suecia, la princesa de la eterna sonrisa, cumplió ayer 40 años convertida en la figura pública más popular entre los suecos, que valoran no sólo su dedicación a la corona sino también su faceta de madre cariñosa y su gran sentido del humor. Es tan querida, que muchos empiezan a querer verla ya en el trono, a pesar de que el rey Carlos Gustavo, a sus 71 años, se encuentra en plenas facultades.

Los actos se iniciaron ayer con un 'Te Deum' y un recorrido en carroza y finalizan mañana en la isla de Solliden

Siempre tan discreta, asegura que le habría encantado que su 40 cumpleaños hubiera pasado desapercibido, pero esta vez sus deseos no se cumplieron.

Estocolmo se echó ayer a la calle para felicitar a su princesa, como cada 14 de julio sucede en la residencia estival que tienen los reyes suecos de la isla de Solliden, donde es habitual que cientos de personas acudan el día de su cumpleaños para cantarle cumpleaños feliz y entregarle flores. Pero este año se le ha querido dar más solemnidad a la celebración, que comenzó a primeras horas de la mañana en el Palacio Real con un Te Deum, un acto religioso de acción de gracias muy utilizado en las grandes ocasiones de la familia real sueca, como el nacimiento de sus nuevos miembros.

La princesa Victoria vivió una jornada muy especial acompañada por toda su familia, desde los reyes Carlos Gustavo y Silvia, hasta el príncipe Carlos Felipe, que llegó en compañía de la princesa Victoria y el pequeño Alejandro, y la princesa Magdalena, que también acudió junto a su esposo, Chris O'Neill, y sus dos hijos, los príncipes Leonor y Nicolás, que pusieron una nota de espontaneidad al acto con sus rabietas y sus bailes.

Al finalizar la celebración, la princesa Victoria recorrió las principales calles del centro de Estocolmo en carroza descubierta junto a su familia, dejando patente la complicidad que tiene con sus súbditos, que no pararon de vitorearla durante el recorrido.

Los actos para festejar su 40 aniversario continuaron por la noche con una gala en el castillo y fortaleza de Borgholm y finalizan mañana domingo con otro acto en el palacio de Solliden, la residencia de verano de los monarcas suecos.

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