La mítica imagen de Marilyn Monroe en La tentación vive arriba, en la que la actriz aparece con la falda de su vestido blanco levantada mientras pisa una rejilla del metro, vuelve a ser actualidad después de que una newyorkina haya aportado al New York Times el metraje que su abuelo grabó con su propia cámara hace 63 años. La cinta, de poco más de 3 minutos, fue grabada por Jules Schulback, un peletero de Nueva York aficionado a captar imágenes de la vida diaria de su familia, y que se acercó en la noche del 15 de septiembre de 1954 al lugar en el que se grabó la famosa secuencia.

En las imágenes del videoaficionado se puede ver a Monroe mientras espera a que dé comienzo la grabación, saludando desde una ventana y sonriendo sobre la rejilla de ventilación del metro. No obstante, no es ésta la imagen que se tiene de la conocida escena, que en la película sólo dura unos segundos, ya que con posterioridad volvió a rodarse en los estudios de la Fox, según parece, por los celos excesivos del entonces marido de la actriz, Joe DiMaggio.

Con los años, la cinta de aquel peletero, que se jactaba con sus amigos de haber sido testigo de una de las imágenes más conocidas de Marilyn, quedó enterrada bajo las decenas de carretes que iba acumulando con las escenas de sus hijas y de su esposa, y fue descubierta por su nieta, Bonnie Siegler, cuando ayudó a su abuelo a mudarse de apartamento. "La historia de Marylin de aquella noche siempre fue una de las que más contaba", explica otra de sus nietas, Rayna Dineen, que afirma que su abuelo hablaba de aquella anécdota pero nunca les enseñó el metraje, por lo que su familia no supo distinguir muy bien si aquel relato se correspondía a un momento real o si era más bien fruto de la imaginación de Schulback hasta que dio con la vieja y olvidada cinta, en la que aparece la intérprete durante 3 minutos y 17 segundos.