Pasarela

Mercedes Benz Fashion Week Madrid, de a A a la Z

La 65 edición de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid comenzó con un sabor amargo, el recuerdo a Bimba Bosé se palpó en toda la semana de la moda. La primera fotografía de Bimba realizada por Gorka Postigo para Davidelfin decoraba las paredes del recinto de Ifema bajo el lema #bimbaforever, varios diseñadores también quisieron homenajearla en la pasarela en la que desfiló en tantas ocasiones.

Roberto Verino fue el encargado de abrir esta edición bajo la iniciativa de See now, buy now donde nos presentaba las prendas que vestiremos en apenas unos meses. La Real Casa de Correos de Madrid fue el escenario de la colección Cannes, Sun & Stars una propuesta para un verano de tonos claros con aires de ligereza y el lino como protagonista. Echando la mirada atrás revisita las camisas de rayas en verde, blanco y azul, todo un acierto. También cabe destacar los vestidos metalizados con escotes asimétricos inspirando un toque más retro que recordaban al Bowie de los 80,s

La primera jornada de la pasarela en Ifema estuvo protagonizada negativamente por “los pinchazos” de Agatha Ruiz de la Prada y Francis Montesinos, ambos diseñadores consagrados, se relajaron en esta edición. Agatha presentó un desfile con ritmo y buenas vibraciones pero donde la costura, el diseño y la creatividad brillaban por su ausencia, haciendo más bien una oda al disfraz. Por otra parte Montesinos no supo definir con exactitud lo que quería transmitir, una colección irregular, sin sentido temático ni estructural.

Llego la tarde y con ella la calma, Devota & Lomba sorprendió en una vuelta a los orígenes de la sastrería clásica apostando por el diseño para hombre. Un desfile sobrio de estilo masculino que inspira una Inglaterra elegante de príncipe de gales, exquisitos sastres de corte impecable y tejidos puros como el paño de lana cashmere. Una estructura lineal limpia con una paleta de gris, marrón, beige y un toque de azul. Una colección perfectamente estudiada y con una coordinación en su conjunto impecable.

La segunda jornada comenzó con una especial sorpresa, Andrés Sardá abrió su desfile inspirado en la Revolución Francesa con una autentica revolucionaria Victoria Abril. Integrada completamente en el papel deslumbró con los maravillosos diseños de la firma de lencería catalana con la maestría de una modelo y con el talento que posee como actriz. Sardá presentó una colección pasional de Cancanes, corsés y terciopelos rojos que recibieron una victoria muy merecida.

Por su parte Roberto Torreta apostó por seguir en la línea de la sobriedad con grandes aciertos en esta temporada; sastres rojos de costuras perfectas, loden verdes y napa negra ajustada a una silueta muy femenina. Algo similar sucedió con Hannibal Laguna, tras varias temporadas sin arriesgar vuelve el Hannibal al que todos quisimos en sus principios. Presentó satenes de mangas francesas y cuellos cisne que sentaban como un guante. Deslumbraron los vestidos con estampados de jardines que nos trasladaron al romanticismo y nos hicieron vivir el ensueño Laguna.

La tercera jornada se impregnó de la pampa argentina de mano de los hermanos Ailanto. Las tribus y sus costumbres fueron plasmadas en ponchos de punto grueso, paños de lana virgen, mohair, franelas… una colección muy rica en tejidos y en estampados con mirada al atardecer, a la puesta de sol y a la libertad.

Ulises Mérida presenta a la mujer fuerte, alaba el matriarcado bajo la figura del tótem a través del colorido y las formas. Un envoltorio muy otoñal de naranjas, verdes bosque y morado con mezcla de contrastes como el mohair, el neopreno o el satén. Destacar la estrella de la casa, la camisa y el pantalón de patrón boyfriend.

María Ke Fisherman intenta una temporada más sorprender, innovar pero no lo consigue, pretende ser transgresora sin serlo. Mezclas imposibles en una colección fácil de chandals de ganchillo, plumas, licra y bolsos neumáticos.

Para clausurar la tarde el desfile más esperado de esta temporada de la MBFWM, Custo Barcelona aterrizaba por primera vez en la pasarela madrileña pisando fuerte. Con el mismo ADN que le caracteriza pero con aires renovados, Custo se mueve entre lo artesanal y lo tecnológico, avanzando hacia el futuro, arriesgando en propuestas brillantes concebidas tanto para el día como para la noche.

La cuarta jornada cierra los desfiles de los diseñadores consagrados, en esta ocasión era el turno de Alvarno una colección rotunda con el buen savoir a faire que los caracteriza. Cada temporada la pasarela se impregna de elegancia y estilo sofisticado. Los brocados de lana, el lúrex y el jacquard felino transgreden más allá de la feminidad.

El circo fue el siguiente protagonista del día y con él Jorge Vázquez atinó tanto en la puesta en escena como en el desarrollo de su desfile. Una colección de aires franceses, faldas vichy con camisetas y perlas, jerseys de punto y abrigos tinta brocados en oro.

Para terminar Juanjo Oliva apostó por primera vez por el hombre y su propuesta fue acertada. La masculinidad urbana a través de jeans desestructurados, chaquetas casaca abiertas y faldas con cremallera. Para ellas vestidos largos asimétricos con sudaderas definiendo con exactitud los clásicos de Oliva.

Como balance de la pasarela madrileña podemos asegurar que en España tenemos grandes creadores con magnificas colecciones como hemos podido presenciar esta temporada. El conflicto emerge cuando hablamos del planteamiento y su estructura. Sin ir más lejos los cambios que se prometían bajo la nueva dirección de Charo izquierdo han sido inexistentes.

Acciones no llevadas a cabo correctamente como puede ser la organización, a la que todavía le queda mucho que aprender de las pasarelas internacionales, el apoyo extremo y equivocado a la figura de los bloggers desinteresados y no contribuyentes con la moda española y un recinto que cada año sostiene menos glamour y que pide con urgencia una renovación absoluta, probablemente mucho más allá de las puertas de Ifema.

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