Pasarela

Letizia reaparece natural y con guiños significativos

  • Durante la cena de bienvenida al presidente de Portugal la Reina ha lucido la tiara favorita de doña Sofía

Desde el desencuentro que doña Letizia y doña Sofía protagonizaron en Palma hace unas semanas cada aparición de la actual Reina se mira con lupa. Ella ha apostado por la naturalidad y la sonrisa para poner fin a la polémica. En los últimos días la agenda de la mujer de Felipe VI ha estado repleta de actos con motivo de la visita de Estado del presidente de Portugal a España. Doña Letizia ha sido protagonista de algunos momentos por diferentes motivos. Uno de los más sonados ha sido el que vivió durante la cena de gala en el Palacio Real. Escogió un elegante vestido azul con perlas de la diseñadora Ana Locking. Mientras cenaba el vestido se le desabrochó. Resolvió el momento de la forma más natural, llamando a una de las camareras y pidiéndole ayuda para abrocharse la prenda allí mismo. Durante el evento no solo llamó la atención su vestido. La tiara que lució tenía un significado muy especial. Se trata de la diadema de Cartier favorita de la reina Sofía. De esta forma hizo un guiño a su suegra para demostrar una vez más que todo está bien entre ellas. Esta era la única tiara de las emblemáticas que pertenecen a la Familia Real que a la actual Reina le quedaba por lucir. Al día siguiente el presidente luso ofreció una cena en el Palacio del Pardo en honor de los monarcas españoles para agradecerles su hospitalidad. Para la ocasión doña Letizia optó por un dos prendas en color negro firmado por Carolina Herrera que ya había lucido hace unos meses. En esta ocasión el guiño lo realizó a través de sus pendientes dorados de artesanía portuguesa, con los que homenajeó al país al que representa su invitado.

Estas acciones y guiños con los que la Reina quiere demostrar naturalidad se unen a otras como la espontaneidad que demostró al responder hace unos días a una mujer que le preguntó si le contrataba para bailar en el Palacio. Estos detalles también se suman a los gestos que tuvo con doña Sofía cuando fueron a visitar a don Juan Carlos al hospital tras su operación de rodilla. La mujer del Rey no dudó en abrirle la puerta del coche a su suegra y en intercambiar sonrisas para dejar atrás el conflicto.

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