La Reina Letizia presidió ayer, junto al Rey, la presentación del Diccionario Biográfico Electrónico de la Real Academia de la Historia, acto celebrado en el Palacio de El Pardo para el que eligió un modelo muy similar a aquel que lució en su compromiso oficial con el entonces Príncipe de Asturias en noviembre de 2003. También en El Pardo, aquel día Letizia Ortiz Rocasolano destacó por su naturalidad, su ya mítico "déjame hablar a mí" -dirigido a Don Felipe- y por su impoluto traje sastre blanco de Armani compuesto por chaqueta con cuello chimenea y pantalón. Ayer la Reina nos hizo revivir, quince años después, aquel look copiado hasta la saciedad con otro muy parecido, eso sí adaptado a las nuevas tendencias de moda.

Esta vez el traje blanco constaba de una chaqueta entallada con bolsillos y cuatro botones en las mangas, y pantalón también con el bajo ligeramente acampanado. Pero no es de Armani, ni posee esa estructura casi perfecta que tenía el de la firma italiana. Durante sus años como Princesa de Asturias, Letizia recurrió mucho a sastres blancos; sin embargo, el que llevó ayer es nuevo y lo firma Carolina Herrera. Lo combinó con un top blanco de raso con escote cuadrado.

Además, Doña Letizia estrenó dos complementos bicolores, en marrón y blanco, que introdujeron un contraste cromático: un bolso de Carolina Herrera, modelo Camelot, y salones en cuero color coñac con tiras cruzadas de una de sus firmas insignia, Magrit. También eran novedad los pendientes, piezas articuladas de plata cubiertos de oro champán y piedras naturales de fluorita y cuarzo rosa talladas a mano de Coolook.