Fórmula 1

Vettel siente la presión

  • Se activan las alarmas en Red Bull después de que el alemán se quedase en Alemania fuera del podio por primera vez esta temporada.

No hay pánico, ni mucho menos, pero algunas alarmas se activaron en el campamento de Sebastian Vettel y el equipo Red Bull tras el fracaso en el Gran Premio de Alemania, precisamente el lugar donde el líder del campeonato mundial no quería tropezar. "Parece ser que McLaren y Ferrari son cada vez más y más veloces. Tenemos que trabajar más duramente en nuestro coche para regresar al podio y quizás a lo más alto", dijo el alemán Vettel al analizar su cuarto puesto del domingo en el circuito de Nürburgring. La oportunidad la tiene al alcance de la mano, el domingo en el Gran Premio de Hungría.

A perseguidores como el británico Lewis Hamilton y el español Fernando Alonso la nueva situación los entusiasma. "No tenemos nada que perder si atacamos a los Red Bull", dijo el español de Ferrari tras su segundo puesto en Alemania. "Ganamos, y si se miran las posiciones de la carrera, esto es un bonus muy positivo para nosotros", analizó Hamilton, que a bordo de su McLaren logró el domingo su segunda victoria de la temporada.

Fue la peor actuación de la temporada para Vettel, seis veces ganador y tres veces segundo este año, pero sus competidores lo siguen mirando bien de lejos. Con 216 puntos, Vettel tiene un colchón amplio sobre Webber (139), Hamilton (134) y Alonso (130). Ya se corrieron diez, y quedan nueve carreras por disputar, en una lucha por el título que se reduce a los cuatro primeros, ya que el inglés Jenson Button, que abandonó el domingo, ya se puede despedir del sueño con sus 109 puntos.

Pero Nürburgring sirvió de advertencia a los arrolladores Red Bull. "Esto nos recuerda que no debemos relajarnos, aunque ninguno lo está haciendo en el equipo", dijo el director de Red Bull, Christian Horner. "Nos batieron aquí y en la carrera anterior. No hay que ser Einstein para darse cuenta de que deberemos seguir trabajando duramente", enfatizó Webber.

Tras un breve paso por su casa en Suiza, Vettel volará a Budapest para concentrarse en Hungría. El alemán sabe que tras los 13 grados del circuito alemán, la cita húngara puede ser muy calurosa. Hamilton coincide: "Puede hacer mucho calor". El pronóstico del tiempo marca por el momento temperaturas moderadas, de entre 22 y 25 grados para el fin de semana. De todos modos, suceda lo que suceda con el termómetro, Red Bull elevará la temperatura. "Red Bull va a ser muy fuerte en Budapest, ya lo vimos el año pasado", pronosticó Alonso. En 2010 Webber se llevó la victoria, pero el español, que con dos segundos puestos y una victoria se llevó la mayor cantidad de puntos en las últimas tres carreras, sabe que la oportunidad también es suya: "Va a ser un desafío para nosotros, pero nos entusiasma".

Vettel ya tiene compañía

El líder del mundial se ha visto sorprendido ante el plan que se había trazado de caminar más o menos con celeridad y en solitario hacia su segundo título. Ahora, después de diez carreras, parece que Vettel no camina tan solo. No obstante, por mucho que le derroten y le aparten del podio, muy mal se le tendría que dar la recta final de la temporada para que no sea coronado por segunda vez como campeón del mundial. De hecho, a pesar de la victoria primero de Alonso en Silverstone y la posterior de Hamilton en Nürbugring, Vettel sigue contando con un margen más su suficiente como para no temer por su título.

Existía el temor antes de las dos últimas carreras de que el mundial quedase liquidado en breve y que Vettel alcanzase la fatídica cifra de cien puntos de ventaja, lo que se entendía como un peligroso desánimo en el negocio, tanto en la parrilla como en los espectadores. Antes de Inglaterra se hablaba de poner fecha a la consecución del título de Vettel; que si Corea o Japón, incluso había atrevidos que, acuciados por el desánimo, temían que el alemán llegase a hacerse con el mundial acabada la ruta europea con una última carrera en Monza, tras la cual aún quedan por disputarse 150 puntos.

Los dos episodios últimos, y especialmente el GP de Alemania, han contribuido, como mínimo, a pensar que al mundial aún le puede quedar algo más de vida pese a la idea pesimista de que todo estaba liquidado con un Vettel invencible. Primero, la mejora de los Ferrari, y concretamente el salto de calidad que ha experimentado Fernando Alonso con su coche, y después los McLaren, y puntualmente su piloto líder, el británico Lewis Hamilton, hacen pensar que si el nivel de competencia se mantiene posiblemente no sólo a Vettel le va a costar ganar muchas más carreras, sino que acabar fuera del podio podría no ser un hecho puntual.

En la carrera de Nürburgring se escenificó una unión no firmada entre Hamilton, Alonso y Webber de impedir por todos los medios que Vettel se pusiera a tirar de la carrera con el fin de no perderlo de vista como en otras tantas ocasiones. No fue nada hablado, pero el hecho de que Vettel no lograse la pole y quedase encajonado en la parrilla con su compañero y con Hamilton por delante y con Alonso por detrás deparó una salida en la que todos se lanzaron como coyotes para llegar a la primera curva el primero, Vettel incluido.

Vettel sin la primera posición, con Webber liderando la carrera y con ganas de cobrarse facturas en su equipo por el desprecio que sigue sufriendo, Hamilton con un coche completamente mejorado y Alonso por detrás apretándole, vivió sus primeros momentos de angustia en este mundial. No es extraño que en una acción sin más se saliese de la trazada, pisase la hierba e hiciese un trompo que le llevó a perder suficientes segundos como para quedar en tierra de nadie, batallando contra un esforzado Felipe Massa por la cuarta posición, hasta que en el cambio de ruedas de la última vuelta el alemán se la encontró en bandeja y pudo sumar dos puntos más, que si hubiese acabado quinto.

Al acabar la carrera, Vettel fue muy político al aceptar que otros "han sido más rápidos", pero ya ha llamado al orden a su equipo para que en Hungría, la última carrera antes del parón del verano, su Red Bull vuelva a ser el de las grande tardes de F1, para evitar que otro tropiezo o un cero inesperado lleve el miedo a un piloto y escudería que hasta hace poco más de tres semanas no contemplaban ni la peor de sus pesadillas tener compañía en lo alto de la tabla.

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