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Deco, el regreso del cerebro amigo

  • Mientras medita su marcha al Chelsea con Scolari o al Inter con Mourinho, el portugués ha recuperado su mejor nivel.

"Es el cerebro de Portugal. Cuando él tiene la pelota, hay que prepararse para defender". La sentencia es de Karel Brückner, el técnico de la República Checa, y viene a retratar lo que se está viendo en los campos suizos por donde pasan los lusos en la Eurocopa: que Luiz Anderson da Souza Deco está de regreso en la élite del fútbol mundial.

A punto de llegar a los 31 años, tras una temporada para el olvido por un aductor izquierdo que lo tuvo entre algodones casi todo el curso y que ayudó a que el Barcelona lo declarara prescindible para la próxima temporada, el brasileño nacionalizado portugués está volviendo a su mejor nivel.

Su inteligencia para ubicarse siempre en el lugar necesario, su capacidad de generar espacios con y sin balón, su perspicacia para liderar la presión en el momento justo y su valentía para arriesgar aún en el error, lo están haciendo el verdadero factótum del fútbol de Portugal, lejos del carisma y los anuncios publicitarios de otros a los que las cámaras quieren más.

"Ninguno intenta como Deco. Es muy fácil jugar al fútbol sin intentar nada, sin arriesgar nada. Por eso la individualidad de Deco es la que más quiero dentro del fútbol", dice Luiz Felipe Scolari, su hacedor como referente portugués, responsable de haberlo convocado a la selección en su momento pese a las reticencias nada menos que de Luis Figo.

Scolari no sólo tiene incidencia en el pasado. Su mano está detrás de este presente. "En su club no tuvo tiempo de una recuperación necesaria y fue acumulando lesiones. Nosotros estamos acumulando cuidados", dice el brasileño, profundizando las diferencias.

Desde que llegó hace un mes a la concentración portuguesa en Viseu previa al torneo, Deco cumple un trabajo especial ideado por los médicos y preparadores físicos de la selección, a instancias de Scolari, que incluye masajes y entrenamiento diferenciado entre otros "mimos".

"Esta temporada fue muy difícil para mí. Nunca tuve tiempo para recuperarme bien. Me faltaba ritmo de competición y voy poco a poco mejorando. Lo importante es que me siento bien", certifica el menudo mediocampista.

Pero parte de la respuesta a por qué es nuevamente el Deco que deslumbraba hasta hace no demasiado está también en el ecosistema que lo rodea: "En Portugal puedo jugar con más libertad que en el Barcelona porque me cubren las espaldas Petit y Moutinho, que tienen características defensivas".

El campo de acción del "20" no se limita al rectángulo de juego. Es líder fuera, anímico y futbolístico. "Siempre está de buen humor, siempre está hablando con los jugadores", cuenta Paulo Ferreira, amigo desde la época del Oporto campeón de Europa.

Su influencia no es broma. Durante el calentamiento previo al decisivo choque contra los checos, Deco se pasó el tiempo dialogando con Cristiano Ronaldo.

"Le necesitamos mucho a nivel de juego ofensivo", reveló luego Deco sobre su conversación. "Quiere siempre tener el balón, pero tiene que tener un poco de paciencia porque le necesitamos que tenga uno contra uno. Si él se viene demasiado al centro para buscar el balón no está cerca del área, que es donde le necesitamos".

Mientras deshoja la margarita de irse al Chelsea con Scolari o al Inter con José Mourinho, Deco disfruta de su resurrección fogoneado por un objetivo elevado. "Estoy aquí por la gloria", anunció. A este nivel, el camino para conseguirla es sensiblemente más corto.

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