Las administraciones malagueñas se movilizaron ayer al conocerse la muerte de un guardia civil malagueño en el País Vasco. Tanto en el Ayuntamiento como en la sede de la Diputación Provincial se realizaron sendas concentraciones silenciosas. En total, se sumaron a la repulsa más de 300 personas. Todos los malagueños están convocados hoy a otro nuevo acto que se celebrará en la puerta del Consistorio a las 12:00.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, subrayó que espera que la sangre derramada sirva para unir a los demócratas contra la violencia terrorista: "El atentado llena de luto a los malagueños, además de la indignación que supone a nivel nacional". Tres familiares del asesinado trabajan en el área de Economía del Ayuntamiento.