Con puntualidad inglesa, sin incidentes técnicos y con división de aplausos y pitos a su llegada a Valladolid, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, inauguró ayer el AVE que une Madrid con la capital castellano- leonesa. Zapatero no escondió su orgullo por la llegada de la alta velocidad a su comunidad de origen, fruto de una obra "de todos" que "vertebra a España", dijo.
Zapatero, que se limitó a asegurar que el AVE a Barcelona llegará "pronto", aprovechó además la ocasión para sacar pecho por el estado de la economía y las finanzas públicas y aseguró que con el superávit con que se cerrará 2007, se podrían financiar cinco aves Madrid-Valladolid.
El presidente del Gobierno, quien inaugurará hoy el AVE a Málaga, incidió en que se trata de una obra "de país" iniciada por el anterior Gobierno del PP, que ejecutó un tercio del trayecto.
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