Los Reyes entregaron ayer a Adolfo Suárez el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro en una ceremonia privada en el domicilio del primer presidente de la democracia, que hizo posible la transición en España.

Don Juan Carlos y doña Sofía, tal como muestra una fotografía de la página web de la Casa Real, se acercaron hasta la residencia del Duque de Suárez, aquejado de alzheimer desde hace varios años, para imponerle la distinción de mayor prestigio en todo el mundo.

El Rey otorgó a Suárez esta distinción como "prueba patente" de su "real aprecio" y para reconocer públicamente su dedicación y entrega al servicio de España y de la Corona, según rezaba el Real Decreto de junio de 2007 por el que se aprobó su concesión.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, expresó la "emoción" del Ejecutivo al aprobar la condecoración real, que simboliza, dijo, la "expresión de agradecimiento y admiración" de los españoles a un político "de coraje y de palabra".

El Toisón se concede a título personal y no es hereditario ni transmisible. Don Juan Carlos, que es quien ostenta ahora la soberanía y el Gran Maeztrazgo de la Orden, es el único que puede conceder la distinción.

En sus 32 años de reinado la ha concedido a los reyes de los países europeos, pero son pocas las personalidades ajenas a la realeza que la han recibido.