Entre leones

Ocaña no entiende nada de nada

  • El acuerdo de financiación con Cataluña da estabilidad parlamentaria a Zapatero. Chaves sale reforzado pero se queda sin agenda. El Gobierno pedirá un informe sobre el aborto al Consejo de Estado

Los efectos benéficos del acuerdo de financiación

Los efectos parlamentarios benéficos para el Gobierno del nuevo modelo de financiación autonómica se vieron incluso horas antes de que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) se reuniera. La Diputación Permanente rechazó la comparencia en el Pleno económico monográfico en julio del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que proponían ERC, IU, ICV y PP. Curiosamente, los socialistas eludieron este escollo gracias al apoyo de CiU, que, aunque no respaldó el modelo de financiación, se ha tenido que ablandar con las cifras pactadas por la Generalitat y el Ejecutivo de Zapatero y el sustancial avance de los denominados asuntos de la cartera catalana. El portavoz republicano, Joan Ridao, se quejó del entente cordiale PSOE-CiU, pero lo hizo con la boca chica. Tampoco se celebrará en julio el Pleno previsto para debatir las enmiendas a la totalidad de la Ley de Inmigración. En este caso, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, pidió más tiempo para negociar ante el nuevo tiempo abierto por el acuerdo de financiación. Todos los grupos parlamentarios, excepto el PP, rechazaron también la solicitud de comparecencia ante la Comisión de Administraciones Públicas del vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, para explicar las subvenciones a la empresa en la que trabaja su hija. Por cierto, el PP ha concretado ya la denuncia contra Chaves en los tribunales de Justicia, tal como quería el ministro. Veremos a ver. Quien probablemente tenga que comparecer en julio en comisión es el ministro de Industria, Miguel Sebastián, para explicar el aumento de las tarifas eléctricas y el futuro de la central nuclear de Garoña. De esta forma, julio queda prácticamente inhabilitado a efectos parlamentarios, y habrá que esperar a septiembre para verles el pelo a sus señorías.

Chaves y las 'vices'

A pesar de que las vicepresidentas del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega y Elena Salgado, no se lo han puesto fácil en los cuatro meses que lleva como inquilino del Ministerio de Política Territorial, Manuel Chaves ha salido airoso del reto principal que le planteó José Luis Rodríguez Zapatero: sacar adelante la reforma de la financiación autonómica. Especialmente contentos con el ex presidente de la Junta de Andalucía están los miembros del tripartito catalán, que califican de clave su encuentro en Barcelona con el presidente de la Generalitat, José Montilla. El problema que se le plantea ahora a Chaves es que se va a quedar con una agenda de ministro de segunda fila. Eso sí, no tendrá que soportar ala presión de las vices.

Madrid y ZP

En el debate interno abierto en el PSM tras la nueva derrota electoral cosechada en las europeas, algunos socialistas de la vieja guardia han mantenido que Zapatero y su España plural son un "hándicap muy serio" para desbancar a los populares en Madrid y en la Comunidad.

El informe sobre el aborto

Si el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) rechaza el próximo jueves el informe sobre la reforma de la Ley del Aborto elaborado por la vocal Margarita Uría, gracias al posicionamiento en contra de su presidente, Carlos Dívar, juez conservador y muy religioso, cuyo nombramiento fue pactado por Zapatero y Rajoy, el Gobierno solicitará otro informe al Consejo de Estado. Por cierto, a la portavoz del CGPJ, Gabriela Bravo, fiscal valenciana que se curtió hace 20 años en tierras gaditanas, le han hecho bien la puñeta con una filtración que tiene nombre y apellidos.

El despiste de Zarrías

Hace dos semanas, el secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías, asistió en representación del Gobierno de la nación al acto de entrega a 2.297 alumnos del certificado de superación del curso académico de la Promoción 114-B de la Escala de Cabos y Guardias. Era la última promoción de la Academia de la Guardia Civil de Baeza (Jaén). Cuando terminó el acto, Zarrías se reunió con el resto de altos mandos y cargos presentes. Pero se despistó y fue a sentarse junto a los representantes de la Junta de Andalucía. Un general le puso en su sitio.

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