Fernando Peinado, periodista

"Un tipo de Tennessee me dijo que Trump era como los Beatles"

El periodista Fernando Peinado

El periodista Fernando Peinado / belén vargas

-¿Entrevistó a Trump?

-Imposible, porque a los reporteros de Univisión no nos hablaba. Éramos como su némesis. Pero sí fui a muchos de sus eventos.

-¿Y lo veía ganador?

-Pensaba que pasaría a la historia como un bufón. Era algo muy remoto. Tan probable como que te toque la lotería. Desde el principio Clinton era la gran favorita. Obama tenía buena imagen y eso supuestamente la beneficiaba. Pensábamos que podía ganar Marco Rubio, el senador hispano.

-Pero hay algo que le hace dudar y cambia su visión.

- Sí. Veía a las multitudes y la pasión que desataba, pero después miraba las encuestas y no se correspondían con lo que yo veía. Los eventos de Hillary Clinton ni de lejos movían lo que Trump. Donde iba él veías a la gente de la calle y las colas gigantescas allá donde fueras.

-¿Y esto cómo se lo explica a un europeo?

-En Europa hay un paralelismo con Trump que es el ascenso de la ultraderecha populista. La diferencia es que EEUU es la mayor potencia del mundo y la prepotencia y la megalomanía que vemos en Trump son características propias estadounidenses.

"Trump es un tipo con mal gusto que aparece en películas eróticas. Sus votantes lo ven como a uno de ellos"

-¿La población es así?

-En parte sí. Es una sociedad de ganadores y perdedores. Trump se vende como un ganador y mucha gente pensó que podría hacer a EEUU, de nuevo, un país ganador. Ve las relaciones internaciones en términos de suma cero. Si tú ganas yo estoy perdiendo. Y eso es lo que vende.

-Y así convence a un chaval de Ohio de que un magnate de Nueva York puede mejorar su vida.

-La explicación que yo encuentro es que Trump ha sido marginado por las élites de Nueva York porque era un tipo sin clase y la gente se identifica con eso. Quienes no pueden progresar se ven también como víctimas de las élites de las grandes ciudades. Es un tipo con mal gusto que aparece en los tabloides y en películas eróticas. Lo ven como uno de ellos, con los mismos gustos no sofisticados. En las zonas rurales ven a las grandes ciudades cosmopolitas como si fueran parte del extranjero. Van a Nueva York y creen que ese no es su país. Veían en Obama a un negro de esa nueva América urbana donde hay gays e inmigrantes. Este hombre promete que volverán a ser la América de siempre, sin pretensiones.

-Y a través de Twitter.

-El lenguaje es su otro secreto. Es un lenguaje simplista y maniqueo que la gente entiende. En las zonas rurales me decían que no se habían interesado por la política hasta que llegó Trump. No lo ven como al político aburrido y falso. "Este hombre habla como yo", se dicen. Hay gente que iba a diez o quince mítines. Los más devotos se conocían entre ellos. Un tipo de Tennessee me dijo que le recordaba a los Beatles.

-Pero hubo latinos que apoyaron a Trump.

-Son quienes consideran que los latinos no necesitan ayuda y quieren que se les hable en español. Quieren que se les trate de igual a igual. Son quienes sienten rechazo al propio grupo.

-Llevamos tres años escuchando hablar de Trump todos los días y nunca se oyen piropos. ¿Su figura sólo tiene sombras?

-(Resopla). Bueno. No ha estallado la tercera guerra mundial y la economía estadounidense no ha reventado. Con eso algunos pueden ver la botella medio llena, pero su política va a resultar dañina a EEUU. La imagen del país es pésima y el rechazo a Trump es enorme en el mundo. Está aislando a EEUU y lo separa de su papel de líder del mundo libre. Ahora se intenta aliar con Rusia y China ve la situación como una oportunidad.

-¿Y sus votantes no se replantean su apoyo?

-Tiene más o menos el mismo. Sabe que tiene un techo electoral. Nunca va a ganar por el centro y está gobernando para sus votantes. Muchos piensan que los medios son su enemigo y se centran en lo negativo, pero la economía funciona. Él aspira a que llegue 2020 y hacer lo mismo que en 2016. Mantener su base que va con él a muerte, que no surja ningún candidato que sea más popular que él y, en ese caso, destruirlo a base de negatividad, como hizo con Clinton. Es una estrategia nueva en EEUU.

-Explíquese.

-Los presidentes siempre han gobernado para el centro, incluso los más polémicos como Nixon.

-¿En un país tan patriota como EEUU Trump no se ha encontrado con problemas por la posible injerencia rusa en las elecciones?

-Trump guarda ciertas distancias con Rusia. Se ha hecho la foto con Putin y no habla mal de él. Por el motivo que sea, tiene un interés en Rusia. Hay una teoría sobre una cinta comprometedora sobre una fiesta en Moscú. Pero no está haciendo todo lo que él querría gracias al sistema de control de la democracia estadounidense.

-¿Eso cómo funciona?

- La prensa, el Congreso y su propio partido le paran los pies. En EEUU no hay disciplina de voto y eso le ha impedido tumbar el sistema de salud de Obama. Los otros controles son los tribunales y la prensa, que es muy fuerte en EEUU. Con el asunto de Rusia le están haciendo daño.

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