John Banville, escritor

"Ha llegado el momento de que la mujer gobierne el mundo"

"Ha llegado el momento de que la mujer gobierne el mundo"

"Ha llegado el momento de que la mujer gobierne el mundo"

-¿Ve cerca el Premio Nobel? ¿Quién tendría más posibilidad de ganarlo: usted o Benjamin Black?

-Yo lo veo muy lejos. Desde luego, Benjamin Black diría que él sí lo ganará pronto [risas].

-En Pecado, su última novela, el protagonismo lo ostenta la Iglesia irlandesa de la década de los 50. ¿Sigue teniendo esta institución el mismo poder?

-Ha perdido gran parte de ese poder, pero están escondidos en las catacumbas esperando que pase alguna catástrofe para regresar.

-¿Qué tiene que pasar para que resurjan?

-Tiene que ser una devastación enorme. Ya no se ven curas en las calles de Dublín porque van vestidos normal, aunque se les reconoce porque llevan calcetines blancos [risas]. Es muy importante señalar que no hay que ponerse triunfalista con la desaparición del poder de la Iglesia. Han hecho cosas malas, pero también hubo gente que hizo mucho por la sanidad y la educación en mi país. Lo que fue catastrófico fue la parte paternalista de la Iglesia, que empezó en Roma y que llegó con sus tentáculos a Irlanda.

-En España también se han cometido crímenes como los que describe en el libro. ¿De haberse escrito en este país, qué cambiaría de la novela?

-No conozco bien lo que sucedió aquí. Pero lo interesante de esto es que en aquella época todo el mundo lo sabía. Pero lo bueno del ser humano es esa equidistancia: de saber y no saber.

-Benjamin Black llegó como una vía de escape creativa y ha resultado tener un éxito tremendo. ¿Ha llegado a sentir celos?

-Envidio la facilidad y la rapidez con la que Benjamin Black escribe.

-¿Qué pasa dentro de usted para desdoblarse así?

-Todos tenemos muchas personalidades. No somos los mismos en todos los momentos del día. Sería lamentable que fuéramos los mismos las 24 horas. Hace poco estuve dando un curso en Chicago y estaba aterrorizado, era la primera vez que daba clase. Fue mejorando con el tiempo gracias a que estuve actuando. Evidentemente, actuamos todo el tiempo, no tenemos un pequeño yo esencial y magnífico. Somos realmente como nos presentamos ante el mundo. Esa es nuestra esencia.

-¿Qué placer encuentra en la novela negra?

-Siempre me ha gustado leerla, pero fue cuando conocí a George Simenon cuando dije: me gustaría hacer algo como esto. Él es el padre de Benjamin Black. En cuanto a la forma de escribir, hay diferencia entre el arte y la artesanía. Por ejemplo, con Benjamin Black hay unos buenos personajes y una buena trama, no pretendo que sea bonito.

-En cambio su prosa sí es preciosista y primorosa.

-Un amigo mío dice que está la prosa, el verso y la poesía. Y la poesía puede estar en las dos anteriores. Banville sí intenta sacar poesía de la prosa en cambio Black no lo hace. La prosa de Banville no para de sorprenderse a sí misma porque se trasciende todo el rato.

-Este género cada vez tiene más adeptos. ¿La sociedad que se está conformando necesita de la novela negra?

-Hoy día vivimos rodeados de violencia. Es algo instantáneo, aparece constantemente en las noticias. Pero esto es nuevo, al menos de esta manera tan gráfica y real: vemos los resultados más sangrientos de un atentado en directo. Esa crudeza también es una atracción en la novela negra, sobre todo con las mujeres jóvenes. En las novelas negras escandinavas siempre aparece una mujer joven masacrada. Creo que si yo fuera una mujer estaría todo el día protestando por eso. El año pasado leí un libro en el que un asesino en serie secuestraba a una mujer embarazada de ocho meses y, tras matarla, le sacaba al bebé de la barriga y lo crucificaba. ¿A dónde lleva todo esto?Cuando publiqué mi primera novela de Black mi mujer me dijo: no vas a tener éxito, lo tuyo es una violencia muy recatada.

-Esa puede ser la clave de su éxito.

-Tendría mucho más éxito si escribiera así, pero no estoy de acuerdo con que la violencia se convierta en entretenimiento.

-Lo que está sucediendo ahora en Cataluña con el movimiento independentista, ¿lo ve más cerca del Brexit o teme un nuevo Irlanda del Norte?

-Es muy peligroso hablar de esto siendo extranjero. Espero que sea un Brexit, pero me temo que puede estar cerca de Irlanda del Norte. Allí hubo una guerra de 30 años que dejó muchos muertos. Por desgracia, ahora es todo igual que cuando empezó todo, la gente que fomentó todo aquello tienen el poder. Desde mi punto de vista, ha llegado el momento en que la mujer debería gobernar el mundo.

-¿Qué podría pasar si una noche salieran de güisquis Banville y Black?

-[Risas] Creo que Black me ganaría bebiendo y se pondría sentimental, como todos los escritores noir. Son muy sentimentales.

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