Alfonso Sánchez y Alberto López

"Al camarada Willy Toledo le daríamos un valium"

  • Entrevista con los productores de 'El mundo es nuestro', los sevillanos Alfonso Sánchez y Alberto López.

-¿Es un hándicap llamarse Sánchez y López en lugar de Kaurismaki, Kieslowski o Lars von Trier?

-(Alfonso Sánchez). En la película hay dos Alfonso Sánchez, mi padre, que es el mafia, y yo. Y los dos, gracias al maestro de la crítica Alfonso Sánchez, tenemos una plaza con nuestro nombre en Madrid.

-(Alberto López). En mi primer trabajo, con veinte años, una productora catalana me pidió el nombre. ¿Alberto López? No, decían, su nombre artístico.

-El mundo es nuestro es la historia de un atraco.  Parece un homenaje a Alfredo Landa, que debutó con Atraco a las tres...

-A.S. Y a la grandísima tradición de actores españoles. Los Dicenta, Bódalo, Fernán Gómez, López Vázquez, Landa o el mismo Pepe Sancho. Fue muy acertado el homenaje de Bardem en los Goya a los cómicos españoles.

-¿Cómo se conocieron Sánchez y López?

-A.L. Compartíamos oficinas en el mismo edificio y mi socia Antonia Gómez, la cajera de la película, y yo contratamos a Alfonso para un espectáculo. Hacía de perro en la obra La columna del manco, inspirada en los diálogos de Rinconete y Cortadillo.

-¿El arranque de la película es deudor de ese mundo cervantino?

-A.S. Hay mucha picaresca, mucho Siglo de Oro, que por detrás de la cultura era un mundo lleno de pueblo y de calle.

-A la película Nadie conoce a nadie la culparon de los sucesos de la Madrugada de Sevilla de 2000. ¿Cómo consiguen un humor cofrade, atracadores disfrazados de nazarenos, sin caer en la burla?

-A.L. La provocación es inherente al arte, se puede transgredir sin agredir.

-¿Artistas de familia?

-A.S. Mi padre era comercial, el mejor que he visto en mi vida. Lo puse a trabajar en la película porque me debía dinero. Lo ato, lo amordazo. Muy freudiano. Es un artista en la intimidad, y de niño lo recuerdo rodeado de gente como Beni de Cádiz o Lola Flores.

-A.L. Yo crecí en una familia muy aficionada a la música. De niño, en vez de llevarnos al cine o al circo, íbamos a conciertos de jazz de Gato Barbieri. Tengo un hermano que es un gran músico, pero tiene una autoescuela. 

-¿Se puede disfrutar de Muerte en Venecia y Se acabó el petróleo?

-A.L. Se va a acabar el petróleo en Venecia.

-A.S. El cine es cine. Es un arte global. Una de mis películas preferidas es El placer de los extraños, de Paul Schrader, basada en una obra de Harold Pinter, también me gusta la saga de Stars War, Víctor Erice y  Alex de la Iglesia y me encantan Los bingueros.

-A.L. A mí siempre me fascinó el neorrealismo italiano. Con trece años sacaba en el vídeo club El ladrón de bicicletas. Una de mis películas de culto es Leolo, de un director canadiense.

-¿Tó er mundo e güeno?

-A.S. Summers era un maestro. El lenguaje no puede ser el mismo en El mundo es nuestro -no te puedes ensañar con los que se tienen que levantar por la mañana-, que en El mundo es suyo, donde retratamos a los que utilizan el poder y lo manejan sin preocuparle sus consecuencias. Sin salirnos de la comedia.

-¿La ley de Billy Wilder?

-A.L. De Wilder y de Frank Capra. Sin olvidarnos del maestro Quentin Tarantino y del gran Azcona.

-A.S. Ni en mis mejores sueños podía imaginar que iba a tener una mención del Círculo de Escritores Cinematográficos, el mismo que premió a Berlanga y Camus.

-¿El crowfunding es la revolución del cine?

-A.S. Es como la escena de Único testigo, entre todos levantando el granero.

-A.L. Con el dinero se pierde el romanticismo. Lo importante es lo que hay detrás porque con 40 ó 50.000 euros no haces una película. Lo fuerte es saber que hay detrás gente que te ayuda sin conocerte de nada.

-¿El público?

-A.S. Es que el cine de autor ya no tiene sentido. Hay que hacer cine por y para el espectador. Por eso hicimos campañas como los dos euros, gratis para los parados. Fuimos con el mensaje a la playa. Y lo conseguimos, porque el cine español no nos quería.

-Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, ¿cambiaría siete Goyas por una Liga? 

-A.S. Cambiaría siete Ligas por siete ventas de jugadores como la que va a hacer con Falcao. Es el dueño del cine español.

-A.L. ¿Ya ha comprado El mundo es nuestro?

-Ahí el Atleti también le gana al Madrid...

-A.S. Ya dijo Simeone que la diferencia entre el Madrid y el Atlético son 400 millones de euros, como la diferencia entre Lo Imposible y El mundo es nuestro son 30 millones de euros.

-¿Qué le pondrían al cuba libre de Willy Toledo?

-A.L. Le pondría una tila. Gerard Depardieu también se ha ido a Rusia para no pagar impuestos.

-A.S. Yo un valium. Desde aquí un fuerte abrazo para el camarada Toledo.

-¿Han llegado al mundo?

-A.S. Hay una productora de Estados Unidos interesada en distribuir la película. Esto es una primicia. Estuve en el festival de cine de Chicago, no pudo venir Alberto porque no había dinero para los dos, y me dijo la agregada cultural de España en Los Angeles que no veía nada parecido desde Almodóvar. Y en Manchester me han comparado con Ken Loach. 

-Eso habrá sido De Gea...

-A.S. Con que la vea Sergio Ramos si se la pasa Pilar Rubio, que es colega...

-¿Es una película local?

-A.L. Vine desde Hungría, donde estaba rodando Zipi y Zape, y me incorporé al tour de promoción en Tudela. No te puedes hacer una idea lo que fue. No tiene sentido preguntar si se entiende fuera de Sevilla. 

-A.S. Es que El Gran Lewoski o Pulp Fiction son películas netamente angelinas, no son de Milwakee o de Wisconsin. Pero los americanos lo hacen divinamente. Te venden la película y hacen que fumes Marlboro, vistas Levi's y lleves un Ford.

-¿Cañamero o Sánchez Gordillo para un remake de El bueno, el feo y el malo?

-A.S. Me gusta más la mirada de Cañamero. Es la de Clint Eastwood. Sánchez Gordillo es Eli Walach y cualquiera de Intereconomía sería Lee van Cleef.

-¿A cuántos espectadores equivale un minuto de televisión?

-A.L. Es una manera de fidelizar. Si lo haces bien.

-¿Con Mota o con Motos?

-A.S. En cuatro días hemos grabado trece capítulos del programa de José Mota.

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