Inma Shara. directora de orquesta

"Dentro del mismo pentagrama está tu vida"

-El cromosoma del arte cogió fuerza en su ADN.

-Empecé muy joven, con cuatro años. Tuve el privilegio de estar cercana con todas las artes en general. Jugando fue la música la que me llamó de forma más intensa y se posicionó con mucha más fuerza. Ya de más adulta racionalicé para dedicarme a este bellísima profesión.

-Cuando se consiguen metas a priori inalcanzables, ¿el camino crece en busca de otras metas más difíciles aún?

-No se acaba de conquistar nunca y ésa es la magia. Queda mucho por recorrer. La magia de la música te sorprende cada día. Es una profesión donde el momento es esencial y es constantemente una superación profesional y personal. Ha sido un proceso lleno de emociones. Cuando uno toma una partitura, siempre descubre algo nuevo porque dentro del mismo pentagrama está tu propia vida y tus experiencias personales. No es un camino sencillo, es una profesión muy competitiva pero apasionante a la par.

-Es una profesión complicada en la que es difícil despuntar.

-Ha habido mayores o menores dificultades, pero la dificultad es un aprendizaje. Es una profesión donde el talento se va alimentando constantemente y eso hace que la esencia alcance su máxima plenitud. Y si ha habido dificultades, con el amor a esta profesión, se superan. Me quedo con el aplauso sincero del público.

-Trabaja con distintas orquestas de diferentes nacionalidades. Es uno de los ejemplos de la universalidad de la música.

-La esencia es la que pone el director de orquesta cuando entre todos interpretamos una pieza. Una cosa es la lectura, pero otra es la interpretación. Es poner el cuerpo, el alma y el espíritu al servicio de la obra. Aglutinamos las individualidades artísticas de una orquesta para ponerla al servicio del mensaje. Es verdad que la música está escrita, pero hay muchas ventanas en las que una se puede asomar para crear atmósferas totalmente diferentes. Una frase musical permite tantas cosas: cómo se ataca, cómo se respira, cómo se unen y se conexionan los acordes...

-¿Cuál es su esencia?

-Absolutamente pasional. Siempre intento invitar a todos y cada uno de los miembros de la orquesta para que en conjunto participemos de un solo mensaje y lo vivamos como si fuese la última vez que fuésemos a interpretar esa pieza. La entrega personal es fundamental. La razón nos guía, pero los sentimientos movilizan. No quiero grandes figuras, sino figuras comprometidas. Esa música está viva, la hacemos en el momento y es pura emoción.

-¿Cuál es la batuta invisible?

-Esa que todos portamos para poder cambiar nuestro entorno profesional y personal. En charlas que doy en ámbitos empresariales, siempre cuento que estéticamente puede existir una gran diferencia entre el escenario y una empresa, pero la esencia es la misma, que es la buena gestión de los recursos humanos. Hay un punto donde nosotros ponemos más acento, que es en la armonía.

-¿Cuál es la clave para obtener la armonía?

-La atmósfera que es una condición sine qua non para encontrar la excelencia.

-¿Hubo armonía en su concierto en el Vaticano con el papa Benedicto XVI?

-Fue uno de los conciertos donde se fusionó más lo personal con lo profesional. Ha sido un sueño haber dirigido en un escenario tan emblemático en todos los sentidos.

-El motivo fue la celebración del 60ª Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

-Nos hemos dejado llevar por lo cuantitativo, no por lo cualitativo. Por eso invito a las empresas en invertir en capital humano. Es fundamental recuperar los valores, la capacidad de esfuerzo, sacrificio y responsabilidad. Hay gente muy buena pero no es noticia. Queda mucho de reflexión. Hay que trabajar en aquello que coarte el respeto del ser humano.

-¿Y qué supone ser una referencia?

-Hago mi trabajo lo mejor que puedo, con absoluto compromiso en cada concierto que dirijo. Hago mi profesión con toda pasión, amor y con el objetivo de agradar al público y crear sueños en ellos.

-Embajadora Honoraria de la Marca España.

-Es un orgullo porque al final nuestra música tiene identidad propia, responde al amor por nuestra tierra, nuestras raíces... Tiene su propio sello. Los músicos estamos sedientos de llevar nuestra música por el resto del mundo.

-¿Cómo reacciona el público de otros países cuando escuchan música hecha por españoles?

-El público recoge nuestra música, a veces con estupor, porque es la primera vez que la escucha, pero el resultado es apoteósico porque es tan evocadora, sugerente, grandiosa... Nuestra música no ha conseguido romper todas las fronteras para ser conocida universalmente. Tenemos que contribuir a esta difusión.

-¿Qué quiere de esta profesión?

-Seguir dirigiendo. Por muy sencillo que pueda parecer, seguir emocionando al público. No perder ese duende que a veces no sabes dónde está pero que todas las mañanas sigue estando ahí.

-Directora de orquesta en una profesión mayoritariamente masculina.

-Nunca he dado un peso específico al hecho de ser mujer. No ha influido en sentido negativo ni positivo. La música está dentro de la esencia de uno mismo. Me he situado como una persona que tiene una visión concreta sobre una obra. Confío que en la dirección de orquesta poco a poco pase como en las plantillas orquestales que ha ido incorporando más mujeres de forma lenta y paulatina.

-Inma Shara y su futuro más próximo.

-Tengo varios conciertos por España, Europa y estoy cerrando para Sudamérica. Conciertos y conciertos, y que no falten.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios