Economía

La mayoría conservadora aprueba los duros presupuestos de Portugal para 2013

  • Las cuentas del país para el año próximo profundizan en la austeridad con nuevos impuestos y recortes exigidos por el rescate.

La mayoría absoluta del Gobierno conservador luso aprobó este martes, en el debate final en el Parlamento, los presupuestos de Portugal para 2013, que profundizan la austeridad con nuevos impuestos y recortes exigidos por el rescate financiero del país. Miles de manifestantes expresaban entretanto, a las puertas del Parlamento, su rechazo a los presupuestos presentados por el Ejecutivo del primer ministro Pedro Passos Coelho, contra los que votaron, en la sesión parlamentaria, todos los partidos de la oposición.

Los presupuestos, que aún debe sancionar el jefe del Estado luso, el conservador Aníbal Cavaco Silva, para que puedan entrar en vigor, fueron aprobados ya de forma general el pasado 31 de octubre y este martes concluyó el debate final y las votaciones sobre las muchas enmiendas y propuestas presentadas, sobre todo por la oposición. La alianza gubernamental entre los socialdemócratas lusos (PSD, centro derecha) y los democristianos del CDS-PP, que juntos representan 132 escaños sobre un total de 230, fue suficiente para garantizar la aprobación de un texto que puso a prueba en los últimos meses la solidez de su pacto. Pese a las críticas a algunas de las medidas de austeridad recogidas en el documento, sobre todo lanzadas desde el CDS-PP, los parlamentarios de los dos partidos mantuvieron la disciplina de voto a excepción del democristiano Rui Barreto, que votó en contra, al igual que hizo en octubre.

El ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, representó al Gobierno en el debate presupuestario final y defendió las nuevas medidas de austeridad como única forma de que Portugal cumpla los compromisos del rescate financiero, de 78.000 millones de euros, firmado el año pasado con la UE y el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, reconoció que la ejecución de los presupuestos está "rodeada de muchos riesgos e incertidumbres" debido al contexto de crisis a nivel europeo. Gaspar se mostró muy crítico con el principal grupo de la oposición, el socialista (PS), por votar en contra del presupuesto cuando fue un Gobierno de ese partido el que solicitó y negoció el rescate financiero el año pasado. Los democristianos, por su parte, explicaron que apoyan el texto por las consecuencias de un rechazo que abriría una "inestabilidad presupuestaria que llevaría inexorablemente al fin de la financiación e incluso a la salida del euro", en palabras del vicepresidente del CDS-PP, Telmo Correia.

Los presupuestos recogen un "enorme" aumento de la carga fiscal que soportan los ciudadanos portugueses, según reconoció el propio Gaspar en octubre, y los expertos la calculan en un 30 por ciento de incremento medio. La oposición de izquierdas, integrada por los socialistas, dos partidos marxistas y uno ecologista, rechazó el proyecto del Gobierno y votó en contra después de que, a su vez, casi todas las enmiendas y añadidos que propusieron fueran rechazados en diferentes votaciones. "Este es un día sin vuelta atrás", lamentó el líder del PS, Antonio José Seguro, quien recalcó que estas políticas "no sólo no resuelven los problemas del país, sino que los agravan".

Los duros presupuestos para 2013 monopolizan la política lusa desde septiembre, aunque en estos meses el documento ha sufrido retoques, algunos significativos. Passos Coelho anunció que aumentaría en siete puntos el pago de los trabajadores a la Seguridad Social y lo rebajaría a las empresas, pero dio marcha atrás después de recibir muchas críticas y manifestaciones de protesta.

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