Economía

La empresa ejerce de motor del gasto andaluz en I+D, que ya supera el 1% del PIB

  • La inversión regional crece un 22%, hasta los 1.478,5 millones, en un contexto en el que el desembolso se ralentiza a nivel nacional

Buenas noticias en tiempos de crisis. Los mensajes de que la apuesta por la innovación allanarán el camino hacia un futuro más competitivo en el complejo mercado global han calado de lleno en Andalucía. Y no sólo entre el sector público, como venía siendo habitual, sino también entre las empresas, que por fin parecen haber despertado a las bondades de la I+D (investigación y desarrollo).

Así, y según datos de la Estadística sobre actividades en I+D de 2007, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), 2007 fue un buen año para la innovación en Andalucía. Como muestra, tres botones: la inversión en I+D casi duplicó el avance nacional; el gasto superó por primera vez la barrera del 1% del Producto Interior Bruto (PIB) andaluz; y el sector privado rebasó exponencialmente el desembolso realizado por el ámbito público.

Andalucía se lo ha tomado en serio y ya empieza a ver cómo converge con las comunidades que son avanzadilla en este terreno. Sin ir más lejos, el año pasado la región invirtió 1.478,5 millones de euros en I+D. Dicho así, podría parecer un dato frío sin más, pero puesto en contexto adquiere todo su relieve. La cifra supuso un incremento del 21,81% del gasto con respecto a 2006, un avance que supera el de los últimos años -en 2005 subió un 19% y en 2006, un 15%- y casi duplica el alza del 12,9% registrada a nivel español, que además se frenó respecto al año anterior, cuando registró una subida del 15,7%.

Asimismo, el dato tiene otra lectura amable: esa inversión en actividades de investigación representó un 1,01% del PIB regional -frente al 0,9% del ejercicio precedente-, con lo que se traspasó por primera vez la cota del 1%. Es más, con ello, se acortaron distancias con la media española, pues el gasto nacional en 2007 en I+D, de 13.342 millones, supuso un 1,27% del PIB. De todas formas, los objetivos de Andalucía -ambiciosos- pasan por acaparar el 2% del PIB en 2013, un reto que requerirá, sin duda, imprimir mayor ritmo.

Desde el punto de vista sectorial, también parece que se van aprobando las asignaturas pendientes. El peso del sector público se diluye poco a poco -aunque aún realiza la mayor aportación a la I+D-. Sin ir más lejos, el segmento empresarial se erigió en motor de la inversión a nivel andaluz, ya que duplicó su avance con respecto al año anterior. Esto significa que pasó de una tasa de crecimiento del 18,7% en 2006 a otra del 36,03% en 2007, acaparando un desembolso total de 548,7 millones -entre compañías e instituciones privadas sin fines de lucro (IPSFL)-.

Mientras, el gasto público experimentó un alza de sólo el 14,73%, en línea con la del ejercicio anterior (13,90%), hasta los 929,77 millones. Pese al avance más lento, las administraciones públicas y la enseñanza superior absorbieron el 62,8% de la tarta de la inversión, pero, eso sí, con un claro recorte de cuatro puntos -ganados por el sector empresarial- con respecto a 2006. Así las cosas, las compañías se quedaron con el 37,2% restante.

Esta distribución contrasta con el reparto de fuerzas a nivel nacional, donde el sector privado ejecuta el 55,9% del gasto en I+D. Si bien también hay que resaltar que el incremento de la inversión de las firmas españolas fue del 13,63% frente al 36,03% de las andaluzas.

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