Telefónica anunció ayer que a partir del 1 de octubre comenzará a cobrar la cuota de 50 céntimos de euro más IVA (en total, 58 céntimos) del servicio de identificación de llamadas a todos sus clientes, una medida que afectará a seis millones de abonados. La operadora ya comenzó a cobrar por el mismo el pasado 10 de julio, pero, hasta ahora, habían quedado exentos de pagar por ello aquellos clientes que tenían ADSL o una tarifa plana de voz.

En marzo de 2001, con el lanzamiento de los teléfonos con pantalla, Telefónica comenzó a ofrecer la identificación de llamadas de forma gratuita a sus clientes. Sin embargo, la compañía considera ahora que el pago por este sevicio es necesario para el mantenimiento de los equipos físicos y el capital humano destinado al funcionamiento del mismo.

Ante esta medida, Ruben Sánchez, portavoz de Facua, señaló ayer que "es una práctica ilegal cobrar un servicio que los clientes nunca han pedido ni activado". Además, subrayó que Telefónica "nunca ha notificado a sus clientes que era un servicio añadido", por lo que se entiende que "está dentro de las prestaciones que ofrece" la operadora. Por ello, anunció que su organización denunciará a la compañía ante el Instituto Nacional de Consumo, la Comunidad de Madrid, donde tiene sede Telefónica, y la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones. En esta denuncia, se incluirá la obligación de devolver el importe que, desde el 10 de julio, ya ha sido cobrado por la utilización de esta prestación a diversos usuarios.

Los clientes de la operadora que no quieran seguir disfrutando de la identificación podrán darse de baja del servicio llamando al 1004.