Los 1.001 delegados del IX Congreso Confederal de CCOO elegirán hoy al nuevo secretario general del sindicato para los próximos cuatro años, cargo al que optan José María Fidalgo, por tercera y última vez, e Ignacio Fernández Toxo.

En este punto, y cuando por los pasillos del congreso se habla de una diferencia de apenas 20 delegados, cualquier voto vale su peso en oro. En este escenario, el secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, expresó ayer el respaldo mayoritario de su delegación al informe general de Fidalgo, un apoyo también manifestado por el secretario general de la Federación Minerometalúrgica de CCOO (FM-CCOO), Felipe López.

López precisó, incluso, que de los 75 delegados de la FM-CCOO que asisten al Congreso 64 votarán a favor del informe y 11 tomarán su decisión hoy mismo. Por su parte, de los 81 delegados que votarán por Andalucía, 61 darán su aprobación al informe, según Carbonero.

El líder del Metal de CCOO quiso dejar clara cuál es la posición de su delegación hacia el informe general "para que no se manipule ni se hagan cuentas" y dijo que la postura adoptada por los delegados de su federación es coherente con lo defendido en el último mandato.

López valoró positivamente los avances producidos en el diálogo social y el crecimiento de la afiliación, pero también puso algunos peros sugiriendo que hacen falta cambios en los órganos de dirección y una mayor integración de las distintas corrientes del sindicato.

El apoyo que la FM-CCOO dará a Fidalgo no implica que los 64 delegados voten por su reelección. El metal es una de las organizaciones con más delegados, y en ella Toxo también tiene influencia, pues fue secretario general de 1987 a 2004.