Colonial ha decidido dar prioridad a la venta de activos para lograr liquidez y afrontar su voluminosa deuda de 8.600 millones, una vez cerrado el rocambolesco y frustrado proceso de venta al fondo árabe ICD de Dubai. El consejo de administración de la compañía decidió ayer poner a la venta el 84% que controla en la inmobiliaria francesa SFL, operación que "se realizará a través de un proceso competitivo que garantice la obtención del mejor precio posible en defensa del interés social y de los accionistas de la compañía".

El grupo, que cerró ayer en bolsa a 1,3 euros tras caer el 3,7%, está controlada por el empresario sevillano Luis Portillo con un 34,1% y por la inmobiliaria Nozar con otro 12,2%. Estos planes, que serán dirigidos por una entidad financiera "internacional de reconocido prestigio", suponen un cambio radical de estrategia, ya que el propio presidente Mariano Miguel aseguró en enero pasado que la intención del grupo era desprenderse como máximo de un 33% de la gala SFL.

La AMF (CNMV francesa) había impuesto a Colonial que redujera a lo largo de este año su participación hasta el 60%. El propio directivo aseguró que preveía obtener unos ingresos de unos 700 millones por ese 33%, sin embargo el nuevo proceso estará dirigido por el citado banco y no por Colonial, lo que ha llevado a la firma a no hacer ninguna valoración.

El grupo invirtió más de 1.600 millones en hacerse con ese 84% en dos operaciones distintas. Según los datos de cierre del año 2007, el valor de los inmuebles en alquiler que posee SFL en Francia (fundamentalmente oficinas en París) asciende a 4.088 millones.

La compañía gala, fundada en 1879, aportó a Colonial ingresos procedentes de esos alquileres por importe de 170 millones en 2007, más de la mitad de todo lo que obtuvo a través de esta línea de negocio. El beneficio neto procedente de Francia fue de 15,4 millones el pasado año, el 18% de los 85,4 millones que Colonial ganó el pasado ejercicio.