Economía

Caja Madrid gana hasta junio sólo un 1,1% más y triplica su tasa de morosidad

  • La entidad logra un beneficio de 1.084 millones y reconoce que la dudosidad de sus créditos podría alcanzar el 3% este año

La negativa coyuntura en la que se desenvuelve el sector financiero pasó factura a los resultados de Caja Madrid durante el primer semestre del año. Y es que la entidad que preside Miguel Blesa cerró ese periodo con una tasa de morosidad del 1,89% -"podría alcanzar el 3%" a finales del ejercicio- y un leve repunte del 1,1% en su beneficio neto atribuido, que ascendió a 1.084,52 millones de euros. En relación con las ganancias, fuentes de la caja de ahorros puntualizaron que la venta en 2007 de su participación en Endesa "dificulta la comparación homogénea" de los márgenes, y subrayaron que el beneficio recurrente se colocó en 733 millones, un 19,2% más. Por otra parte, insistieron en la "calidad" de sus cuentas, dada la complejidad de la situación económica que atraviesa España, que durará todavía "unos cuantos trimestres".

Desde la perspectiva del negocio tradicional, los créditos a clientes siguieron por la senda de la ralentización, al avanzar un 12,2%, hasta los 113.952 millones de euros. Más acentuada fue la pérdida de dinamismo en los préstamos destinados a la financiación de vivienda, que crecieron a un ritmo del 5%. La entidad explicó que la desaceleración de la cartera crediticia obedece a que los "los promotores están acometiendo menos proyectos" y a que alguna de las operaciones que se plantean "son menos viables ahora que hace unos meses", aunque la actividad se sigue apoyando en el negocio con empresas, que mejoró un 25,4%. Peor pinta el escenario para la calidad de esa cartera, ya que la tasa de morosidad, que se situó en un 1,89%, multiplicó por más de tres el registro obtenido durante el mismo periodo de 2007, y sobrepasó con creces el del primer trimestre de 2008 (un 1,36%).

En cuanto a los recursos de clientes en balance, "los esfuerzos comerciales" realizados para captar fondos se tradujeron en un aumento del 14,4%, con un saldo de 135.164 millones de euros. Dentro de esta partida, el principal impulso vino de la mano de las imposiciones a plazo, que se dispararon un 70% y sumaron 16.400 millones.

Respecto a los márgenes de la cuenta de resultados, todos cerraron junio a la baja. Así, el de intermediación (recoge la diferencia entre lo que percibe una entidad por los créditos y lo que abona por los depósitos) cayó un 3%, con 1.147 millones de euros. Prácticamente lo mismo retrocedió el margen ordinario (incluye los ingresos por comisiones y los resultados por operaciones financieras), que alcanzó los 1.891,4 millones, mientras que el de explotación lo hizo un 8,8%, lastrado por el alza de los gastos (7,2%) ocasionados por la apertura de 92 oficinas.

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