Economía

El BCE mantiene los tipos y la compra de deuda en la Eurozona hasta otoño

  • Draghi admite que el crecimiento económico se fortalece pero afianza su política monetaria expansiva por la baja inflación

  • "Necesitamos ser persistentes, pacientes y prudentes", dice

Mario Draghi, en mayo pasado, en Madrid.

Mario Draghi, en mayo pasado, en Madrid. / Juan Carlos Hidalgo / Efe

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo ayer que el consejo de gobierno está unánimemente de acuerdo en que la discusión sobre el programa de compra de deuda de la Eurozona debería realizarse en otoño.

Pese a que el crecimiento se fortalece, el BCE no ha dado un nuevo paso en la normalización de su política monetaria muy expansiva porque la inflación está muy baja, en el 1,3%, contrariamente a lo que esperaban los mercados y muchos analistas, que pensaban que les prepararía lentamente para la reducción de las compras de deuda.

Draghi enfatizó en rueda de prensa que el crecimiento de la zona del euro se fortalece extendiéndose a más sectores y regiones y que "la inflación no está donde debería estar".

Previamente el consejo de gobierno del BCE había decidido mantener su tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0% y afirmó seguir dispuesto a aumentar más las compras mensuales de deuda pública y privada en la zona del euro, que son ahora de 60.000 millones de euros, "si el panorama empeora".

"La inflación no está donde queremos que esté y donde debería estar y por ello el BCE ha reiterado la orientación de su política monetaria", dijo Draghi.

El presidente del BCE hizo hincapié en que lo último que quiere el consejo de gobierno es que empeoren las condiciones de financiación y que por ello todavía sigue dispuesto a ampliar las compras de deuda.

"Necesitamos ser persistentes, pacientes y prudentes", según Draghi, quien añadió que hay que esperar hasta que los salarios y los precios se recuperen en la zona del euro.

Hubo unanimidad en que había que mantener la orientación de la política monetaria y en que la discusión sobre la reducción de los estímulos monetarios debería ser en otoño pero que no se debía comunicar fechas exactas, explicó Draghi.

El BCE va a adquirir hasta finales de diciembre deuda por valor de 60.000 millones de euros mensuales.

Con las compras de deuda pública y privada de la zona del euro, el BCE quiere impulsar la concesión de crédito a la economía real, a las empresas y los hogares de la región.

De este modo contribuye al crecimiento, a que suba la inflación, aunque esto se demora, y a devaluar el euro.

"Nuestras medidas de política monetaria han continuado asegurando condiciones de financiación de apoyo que son necesarias" para que la inflación de la zona del euro se dirija a un nivel cercano, pero por debajo del 2 % a medio plazo, dijo Draghi.

"La información disponible confirma un fortalecimiento continuado de la expansión económica en la zona del euro, que se ha extendido a través de sectores y regiones", apostilló el presidente del BCE.

También consideró Draghi que "los riesgos para las perspectivas económicas están ampliamente equilibrados".

Pero la expansión económica no se ha traducido todavía en unas dinámicas de la inflación más fuertes, y la inflación está baja por la debilidad de los precios de la energía.

Draghi también hizo hincapié en que es necesaria una política monetaria muy expansiva para que suba la inflación subyacente, que descuenta los precios de la energía y de los alimentos frescos.

El analista de Commerzbank Ralph Solveen considera que "sólo hubo cambios cosméticos en la mayor parte de las declaraciones del presidente Draghi".

"Vemos el deseo del BCE de mantener tanta flexibilidad como sea posible el máximo tiempo que sea posible pese a que han mejorado las perspectivas de crecimiento", añade Solveen.

Commerzbank prevé que el BCE anunciará tras la reunión de septiembre que va a reducir las compras de bonos a comienzos de 2018.

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