Javi Moreno se retira. El delantero de Silla firmó ayer su último regate al fútbol, anunciando su desvinculación del Ibiza, el equipo de Segunda B en el que decidió proseguir el idilio con el balón que le privaron de alargar en Córdoba. La falta de confianza -y minutos- que le ha transmitido Quique Yagüe desde su llegada al banquillo el pasado 7 de noviembre en sustitución de Rubí han sido el detonante para que el Búfalo se decida a colgar las botas. El levantino pone así fin a una carrera de 14 temporadas en el fútbol profesional, camino que arrancó en el Barcelona B y le llevó a equipos como el Alavés, el Milan, el Atlético de Madrid, el Bolton o el Córdoba.

"No, Quique no me ha retirado, me he retirado yo. No tiene ninguna culpa. Él hace una alineación y yo no estoy jugando. No estoy contento y creo que soy un problema para el club. El presidente me dijo que me honra", aseveró el valenciano durante la rueda de prensa de despedida que ofreció ayer en Can Misses junto al director deportivo del club, Toni Lima. Y es que Javi Moreno se marcha porque "vine aquí para jugar y, como no estoy jugando, creo que soy un problema para el club económicamente y yo tampoco estoy a gusto. Como no quiero ser un problema para nadie, he decidido no seguir jugando al fútbol y que el club sea el menos perjudicado". Eso sí, el valenciano se va como un señor, como siempre lo ha sido: "Cobro hasta día de hoy, que he trabajado; el resto no tengo porqué cobrarlo. Yo vine con la intención de jugar, no de ganar dinero".

"Mi intención es no jugar, pero si en diciembre sale algo que me gustara, seguiría. Pero mi intención es no jugar. Me quedaré todo el año (en Ibiza) por mi hija, porque está en el colegio", sentenció Moreno, en lo que parecer ser el anuncio de su retirada del mundo que más ha querido, el fútbol: "No me preocupa seguir jugando. Si saliera algo, no jugaría por dinero, sino por jugar y pasarlo bien. Mi intención es estar tranquilo, vine por unos motivos y no se han cumplido. No quiero ser ningún peso para nadie". Su destino, seguramente, pasará ahora por los banquillos porque, como él ha declarado en más de una ocasión, el balón es parte de su vida. Ayer marcó su último gol.

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