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Les toca ascender otra vez

  • La victoria del Eibar coloca a los de Luna en descenso y a dos puntos del Elche, el primero salvado · De los últimos 21 puntos en juego, el Córdoba sumó cuatro

Ya no mandan en su destino. El Córdoba perdió, tras su derrota del sábado ante el Rayo, algo más que tres puntos. Los cordobesistas, que llevan ya tres derrotas consecutivas y algunos encuentros más acumulando deméritos, se vieron perjudicados en la tabla por la victoria del Eibar ante el Alavés. Un penalti inexistente posibilitó que Yagüe certificara el triunfo de los armeros y, de rebote, que el conjunto blanquiverde ocupe el lugar en la zona abisal dejado por los vascos.

La posibilidad, pese a ser palpable ya el sábado, no preocupaba en demasía a los protagonistas de la historia a la conclusión del choque ante el Rayo. El recién llegado técnico apostaba por la confianza en su método para seguir trabajando. Con el optimismo en una mano y la cruda realidad en otra, Luna no podía sino ponerle comillas a su alegría porque el trabajo de sus futbolistas había sido "fenomenal".

Los protagonistas principales, claro, no se excedían en la autocrítica. Por el contrario, abogaban por quedarse con lo que de bueno sacaron del choque. Una mejoría en intenciones y espíritu que, sin embargo, no incomodó en absoluto al Rayo Vallecano a la hora de llevarse el resultado.

En algunas ocasiones incluso, dio la sensación de que fue la ordenada retirada a posiciones defensivas ordenada por su técnico Pepe Mel la que permitió al Córdoba ese fútil control del juego.

La afición, claro, pensaba de otra forma. Cansada como está de palabras bienintencionadas, expresó su desagrado con contundentes peticiones a la cúpula directiva. La situación, a su juicio, requiere alguna medida más drástica que el despido del entrenador. Desde el fondo se solicitó la marcha del director deportivo de la entidad, Emilio Vega. Incluso, en menor medida, se mencionaba a cambios más profundos en las más altas esferas.

La situación, en cualquier caso, ha devenido en insostenible. Los jugadores están "bloqueados" (Pierini dixit) y los ánimos bastante caldeados en todos los estamentos de la entidad.

Ante esta tesitura, en la misma rueda de prensa posterior al choque, se le preguntó a Luna si no serían precisos refuerzos para cambiar el panorama después de las vacaciones navideñas. El aún novato técnico no se mojó: "Si llegado el momento se cree conveniente mirar el mercado, y se puede o se necesita, se mirará".

La realidad, palmaria y cada vez más cruda con los números en la mano, es que la plantilla actual se está viendo superada por los acontecimientos. Que, salvo honrosos casos puntuales, no están siendo capaces de lidiar con la presión que está suponiendo su cada vez más alarmante crisis de juego y resultados. Que fichar es más obligación que capricho. Nadie quiere pensar, en el seno del cordobesismo, en un final de temporada tan agónico como el pasado. Pero se lo huelen.

"Ya hemos caído, ahora nos toca ascender a Segunda otra vez". La frase es del ex entrenador del Córdoba, José González. Fue dicha después de la traumática derrota de Elche que asentaba al equipo en el penúltimo puesto de la tabla. En aquellos momentos, pocos daban un duro por la salvación de la entidad blanquiverde. Pero lo hicieron. Entonces únicamente restaban seis partidos para el final. Ahora tienen seis meses para cambiar su suerte. Que se apliquen el cuento.

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