Diecisiete hombres sanos -incluidos los tres metas-, uno en la recta final de su recuperación y cuatro canteranos opositando para entrar en la convocatoria. Ése es el panorama que tiene José González a un día de la primera final. El Elche espera en su guarida inmerso en una racha de resultados que le hace ser optimista de cara a un choque que, de ganarlo, lo sacaría por primera vez en el curso de la zona de descenso. Y ahí podría caer el Córdoba -depende de lo que hagan el Eibar en Alicante ante el Hércules, y Las Palmas, que recibe al Celta-, al que su falta de gol está empujando al abismo. Y para colmo de males, la plantilla llega bajo mínimos y obligada a una reestructuración que trae en jaque al técnico gaditano.

La mayor preocupación de José radica en cómo construir el equipo a partir del centro del campo. Las ausencias de Carpintero, Ito y Katxorro dejan a Endika como único pivote. La presencia del vasco, que se estrenó como titular ante el Albacete hace un par de semanas, parece segura. La duda ahora radica en quién será su acompañante.

El ideal del preparador cordobesista le invita a dar continuidad a su esquema de dos mediocentros defensivos y apostar por Gaspar. Este modelo fue el elegido para la visita a Éibar, cuando Ito estaba sancionado y Endika aún andaba lesionado. La pareja Carpintero-Gaspar empezó bien, pero la lesión del cordobés frustró el planteamiento de José, que se vio obligado a repetir el dibujo de las primeras jornadas con Javi Flores en el eje. Ésa es, precisamente, la otra opción que maneja el gaditano, y con la que ha probado durante los entrenamientos públicos de esta semana. El equipo ganaría en capacidad creativa, pero perdería en contención, una faceta que a día de hoy sigue siendo primordial para el técnico.

De cómo se resuelva esta duda variará en gran parte el resto del once. Con Gastón Casas casi descartado -el argentino se someterá hoy a una prueba, pero parece que no forzará-, Javi Flores, Asen, Yordi y Pepe Díaz se juegan las dos plazas de vanguardia. José no acabó demasiado contento de la labor entre líneas del canterano en Salamanca, por lo que su inclusión en el once, que se daba por segura semanas anteriores, queda en entredicho. Así, gana enteros el plan A de inicio de temporada, una delantera con Asen y Yordi. El isleño regresaría de esta forma al once, en el que sólo ha estado en dos ocasiones.

Pero no sólo de ataque vive el Córdoba. Más si cabe desde que José es el técnico. En defensa también habrá cambios. La expulsión de Ceballos en el Helmántico abre la puerta del once a Mario, al que ya esperan de uñas en Elche. El madrileño se despachó ayer acusando a la afición ilicitana de ser "especial". "No respeta al equipo ni a la afición contraria, como la afición valenciana en general, que pita a su equipo en los momentos en los que más debe animarlo", añadió. Por eso no le extrañó el recibimiento que le dieron el año pasado porque "al que se va, le hacen la cruz". De todas formas, su titularidad no es segura. José no está satisfecho de su rendimiento, y ya probó a Cristian como lateral en el tramo final del duelo ante el Celta. El argentino, cumplida su sanción, es fijo. Queda por ver si jugará por delante de Mario o por detrás de Guzmán.