Las selecciones de Austria y Alemania disputan un partido de alto voltaje en el que habrá mucho en juego: el pasaje a cuartos de final de la Eurocopa y un nuevo capítulo en la fuerte rivalidad histórica entre ambos países.

El choque entre vecinos en el estadio Ernst Happel, por el Grupo B, se jugará simultáneamente con el de Klagenfurt, donde Croacia, ya clasificada, se mide con Polonia, que tiene un punto y está obligada a ganar para tener alguna oportunidad. Idéntica es la situación de Austria, con un punto, mientras que a los alemanes les basta un empate ante los anfitriones para convertirse en rival de Portugal en cuartos.

Si bien los alemanes a priori son superiores como equipo y en individualidades, está claro que el equipo de Joachim Löw quedó noqueado por la inesperada caída ante Croacia. Y Austria, que ya se veía fuera del certamen, revivió con un penalti en el último instante y logró igualar con Polonia a uno y así seguir viva.

Los hinchas austriacos se animan a soñar, además, por obra y gracia de la historia: hace 30 años exactos su selección, bajo la batuta de Hans Krankl, privó al "gigante del norte", que defendía del título, de la final del Mundial de Argentina 78. El "milagro de Córdoba", tal como se denominó aquella victoria austriaca por 3-2, es omnipresente los últimos días en la prensa y también en la boca de los protagonistas.

Como si faltaran condimentos, también está el antecedente de España 82, cuando ambas selecciones "pactaron" en Gijón un 1-0 a favor de Alemania que puso a ambos equipos en segunda ronda y dejó a Nigeria sin nada, en uno de los capítulos más vergonzosos de la historia de los Mundiales. Esta vez, claro, no hay amaño posible que deje a ambos en cuartos en detrimento de Polonia.

Más allá del ámbito deportivo, existen también aspectos histórico- político-sociales que se traducen en la generalizada "antipatía" que sienten los austriacos por los alemanes, que a su vez le pagan a sus vecinos del sur con una suerte de "desprecio".

Todo estos elementos han recalentado la previa del clásico y ya ayer en Viena se percibía cierta tensión en el ambiente que precede a las horas decisivas. "A todo o nada", tituló el diario austriaco Kurier, en un reflejo del sentimiento generalizado que existe en los dueños de casa.

El encuentro comienza a las 20:45 y será dirigido por el colegiado español Mejuto González.